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Si el convenio establece un permiso retribuido para acudir a consultas médicas de la Seguridad Social, no cabe exigir su disfrute para médicos privados
Si el convenio colectivo establece un permiso retribuido para acudir a consultas médicas de especialistas de la Seguridad Social, no cabe exigir su disfrute en caso de acudir a consultas de médicos privados (sentencia de la Audiencia Nacional de 20 de abril de 2022).
Deja muy claro la Audiencia Nacional en su sentencia que la norma no impone, ni puede extender su ámbito a otros supuestos fuera del sistema público de salud, que además podrían permitir un uso más acomodado a los intereses personales de los trabajadores, generando con ello posibles utilizaciones abusivas de la norma convencional.
Continúa y conoce el caso enjuiciado en: https://sincrogo.com/blog/tribunales/si-el-convenio-establece-un-permiso-retribuido-para-acudir-a-consultas-medicas-de-la-seguridad-social-no-cabe-exigir-su-disfrute-para-medicos-privados/
El TS reitera que no es obligatorio indicar el importe de la indemnización en la carta de despido objetivo
El Tribunal Supremo ha vuelto a reiterar que no es obligatorio para la empresa indicar el importe de la indemnización en la carta de despido objetivo. No constituye un defecto formal la falta de expresión de la cuantía indemnizatoria por extinción del contrato (sent. del TS de 9 de marzo de 2022, aplica la doctrina recogida en la STS de 13 de marzo de 2012).
En el caso concreto enjuiciado, se trata de un despido por causas objetivas en el que no se pone a disposición del trabajador la indemnización por falta de liquidez.
El art. 53.1 del ET al referirse a los requisitos para adoptar la medida extintiva del art. 52, dispone varias exigencias: carta de extinción, puesta disposición de la indemnización legal y preaviso. Respecto de la carta de extinción, tan solo refiere que en ella se exprese la causa.
Distinto de la carta, razona el TS, es la exigencia de que el empleador ponga a disposición del trabajador, en simultaneidad con la comunicación de las causas de la extinción, la indemnización de 20 días, obligación que, al acompañar a la comunicación escrita, no precisa que deba recogerse necesariamente en ella.
Continúa y conoce el caso enjuiciado en: https://sincrogo.com/blog/tribunales/el-ts-reitera-que-no-es-obligatorio-indicar-el-importe-de-la-indemnizacion-en-la-carta-de-despido-objetivo/
Ratificada la declaración de procedencia del despido de un trabajador (conductor de camión) que se negó a realizar un desplazamiento
El TSJ de Castilla y León ha ratificado la declaración de procedencia del despido disciplinario de un trabajador (conductor de camiones) por desobediencia. El trabajador se negó a efectuar un desplazamiento. Razona el TSJ que la empresa ha acreditado el perjuicio ocasionado derivado de la negativa (sent. del TSJ de Castilla y León de 18 de marzo de 2022).
Continúa y conoce el caso enjuiciado en: https://sincrogo.com/blog/tribunales/ratificada-la-declaracion-de-procedencia-del-despido-de-un-trabajador-conductor-de-camion-que-se-nego-a-realizar-un-desplazamiento/
Utopía no es una isla – Layla Martinez
- Autor: Layla Martinez
- Editorial: Episkaia
- Fecha: 2020
- Páginas: 212
Layla Martínez (Madrid, 1987) es autora de los ensayos Gestación subrogada (Pepitas de calabaza, 2019) y Utopía no es una isla (Episkaia, 2020), así como de relatos y artículos que se han publicado en diversas antologías. Ha traducido ensayo y novela para diferentes sellos editoriales y escribe sobre música en El Salto y sobre series y televisión en La Última Hora. Desde 2014 codirige la editorial independiente Antipersona.
No hay futuro. La amenaza inminente de la crisis climática, el aumento de la desigualdad y el auge de la ultraderecha han convertido el porvenir en una trampa. Pensar en lo que vendrá parece servir solo a la angustia, y la idea de cambiar el mundo es desechada como una ingenuidad. Incluso imaginar resulta difícil.
Esa podría ser la conclusión, a juzgar por los mensajes políticos, culturales y mediáticos que nos llegan cada día. Pero ante otros futuros igualmente oscuros, muchos y muchas decidieron imaginar mundos mejores y trabajar por ellos. En Utopía no es una isla, recupera proyectos utópicos pasados que nos devuelvan la capacidad de imaginar y que nos guíen para construir un futuro en el que merezca la pena vivir.
“Las distopías reflejan nuestras ansiedades colectivas en el marco cultural de la posmodernidad. A diferencia de lo que sucedía en la modernidad, ya no creemos que el futuro esté ligado al progreso y vaya a ser necesariamente mejor. Se ha convertido en algo que nos produce miedo y ansiedad, así que creamos productos culturales que tratan de alertar sobre los riesgos de ir a peor, sobre los peligros que nos esperan a la vuelta de la esquina. Es lógico, pero el efecto combinado ha sido devastador. Los productos culturales reflejan la realidad, pero al hacerlo, también la crean. Imaginar futuros peores nos ha quitado la capacidad de pensar en un porvenir mejor. (…) Esto ha resultado enormemente funcional para el neoliberalismo capitalista, que ha utilizado la producción cultural de distopías a su favor, para mantener el orden actual y evitar los cambios. Si solo imaginamos un futuro peor, el presente nos parecerá admisible y no lucharemos para cambiar las cosas”.
Este breve pero intenso ensayo, ahonda en los principios ancestrales de nuestras luchas y en la necesidad, acompañada de una gran dosis de optimismo (muy necesaria en estos momentos), de continuar con nuestros propósitos rupturistas y de cambio.
La brecha de cuidados
La brecha de cuidados se refiere a la diferente dedicación de mujeres y hombres al cuidado del hogar y las personas.
Esta brecha causa y refuerza otras brechas de género y es necesario afrontar su eliminación.
La brecha de cuidados se refiere a la desigual dedicación de mujeres y hombres al cuidado de la casa y de las personas del hogar (menores, mayores, dependientes, etc) en el marco de las relaciones familiares. Esta brecha de cuidados genera y refuerza otras brechas de género como la salarial y la del tiempo propio disponible.
Al hablar aquí de cuidados nos referimos a aquellos no pagados y producidos generalmente en el propio hogar (aunque a veces también en el de familiares) desarrollando tareas de reproducción vital, para el bienestar y desarrollo de las personas y para mantener los lazos sociales. Es asimilable a lo que las feministas de los 70 llamarón trabajo reproductivo.
El trabajo de cuidados posee tres dimensiones:
- Cuidado ejecutado: Visible y cuantificable.
- Organización, planificación y gestión: El que gestiona el funcionamiento de un hogar y del entorno social que es intangible y no cuantificable.
- De presencia obligada: La disposición a estar alerta ante potenciales necesidades.
La Encuesta de Empleo de Tiempo (ETT 2010 del INE) muestra que su distribución eds diferente entre mujeres y hombres.
En relación con el cuidado ejecutado, a diferencia del tiempo de trabajo remunerado suele estar regulado por contrato y limitado por Ley, depende del acuerdo (explícito o implícito) de la pareja y de las relaciones de poder en la misma dejando a quién lo ejerce con una completa disponibilidad a las tareas que puedan surgir con consecuencias para el tiempo dedicado a otras actividades. Según esta encuesta los varones dedican una media diaria de 2:32 y las mujeres de 4:29 a el hogar y familia. En hogares con menores de 10 años pasan respectivamente a 3:03 y 5:37.
Según esta encuesta en a las tareas de organización del hogar solo se dedica el 22,2% de las personas (17% varones y 29% mujeres) lo que simplemente indica que para un 87,8% de las personas estas tareas son invisibles.
En cuanto a el tiempo de presencia obligada tendría similitud con el “tiempo de presencia pactada” en el ámbito de las empleadas del hogar. Esto implica abarca en muchas ocasiones todo el tiempo disponible que queda condicionado a posibles demandas.
La brecha de cuidados es una causa principal de la brecha de género que no se cerrará hasta 2058 y cuesta a España más de 200.000 millones (19% del PIB).
Hewlett Packard
HP desempeña un papel clave en la opresión israelí del pueblo palestino. Proporciona tecnología, equipamiento y servicios al Ejército israelí, incluyendo los puestos de control militar y el sistema de tarjetas de identificación que sustentan las políticas de apartheid de Israel y sus restricciones a la libertad de movimiento de la población palestina.
Hewlett Packard Enterprise, es el contratista principal del sistema de Basilea, un sistema biométrico de control de acceso automatizado utilizado en los puestos de control y el muro de apartheid de Israel.
Estos puestos de control (checkpoints) fragmentan y segregan los territorios palestinos ocupados y a sus habitantes a través de cercas eléctricas, torres de vigilancia, sensores y barreras de hormigón. El sistema de puestos de control (checkpoints) separa a los trabajadores palestinos de sus empleos, a las familias agricultoras de sus tierras, a las estudiantes de sus escuelas, a los pacientes de los hospitales y a las familias entre sí.
Visibilizar a las familias monoparentales
En España hay casi 2 millones de familias monoparentales. De estas el 80% son monomarentales. Este modelo de familia que necesita ser visibilizado y reconocido para evitar las situaciones de discriminación, pobreza y exclusión social actuales.
Las familias monoparentales son aquellas integradas por uno de los progenitores y uno o varios hijos. Un 7,5% de los hogares en el mundo según la ONU.
Según el INE en el 2020 en España había casi 2 millones de familias monoparentales de las cuales el 81% el progenitor era una mujer (familias monomarentales).
Históricamente se debía principalmente a los nacimientos ocurridos al margen del matrimonio, al fallecimiento del otro cónyuge y a las separaciones por migración de uno de los miembros de la pareja, por la participación en una guerra, o por una ruptura. Hoy la principal ruta de acceso son las separaciones o divorcios y las mujeres que deciden formar una familia en solitario (informe FAMS).
La familia monoparental no encaja en el paradigma imperante de un sistema patriarcal en torno del hombre-padre de familia y un sistema económico de libre mercado.
Los hogares monoparentales están compuestos mayoritariamente (69%) por un adulto y un solo descendiente a cargo, el 26% con dos menores y solo un 5% por más.
La mayor parte de los hogares monoparentales (40%) están compuestos por personas viudas (el 81% Mujeres y el 73% mayores de 65 años),.
Las personas divorciadas son el 29%, las solteras el 14%, las separadas el 10% y las casadas el 8%. La edad predominante son mayores de 65 años (28% del total).
A pesar de que la monoparentalidad es una realidad familiar en aumento las personas en estas familias son invisibilizadas, estigmatizadas y excluidas:
- Invisibilización mediática.
- La lógica legislativa sigue desarrollándose desde la premisa de un modelo de familia biparental.
- Diferente conceptualización legal según el ámbito delimitando los destinatarios de las medidas y prestaciones.
- Diferentes reconocimiento legal, deducciones tributarias, ayudas y prestaciones según el lugar de residencia.
- Falta de una Ley estatal de familias monoparentales.
- Discriminación por la indiferenciación en los permisos por nacimiento y cuidado.
- Falta de estadísticas oficiales adaptadas a la diversidad familiar.
- Estigmatización de las madres solteras.
- Violencia económica por impago de pensiones.
- Falta de consideración a las familias monoparentales por violencia de género.
- Casi la mitad de estos hogares se encuentran en situación de pobreza y exclusión social (duplicando el índice general).
Este es un modelo más de familia que necesita ser visibilizado y reconocido para evitar las situaciones de discriminación, pobreza y exclusión social actuales.