Acción Social
El macrofondo de pensiones privadas de Escrivá detraerá millones de euros del sistema público
Por cada trabajador que se adhiera a los planes privados de empleo, la Seguridad Social recibirá 400 euros menos al año. El movimiento pensionista clama contra un plan que debilita el sistema público de pensiones y derivaría, en el caso de tener éxito, miles de millones de euros a las grandes entidades financieras privadas.
La aprobación del macrofondo de pensiones de empleo impulsado por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha sido una de esas noticias escondidas entre titulares sobre la crisis del PP y el ataque ruso a Ucrania.
Fue el 22 febrero en el Consejo de Ministros, en donde el Gobierno dejó lista la ley para su debate y votación en el Parlamento, una iniciativa impulsada al margen de la negociación con sindicatos y patronal. En el contenido de la ley se han cumplido las peores previsiones y el texto final ha recogido más ayudas públicas para fomentar este fondo privado de pensiones. En el caso de que estos planes de empleo se extiendan supondría un agujero de millones de euros en las cuentas de la seguridad social, según denuncian desde la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (Coespe).
La mujer invisible – Caroline Criado Pérez
- Autor: Caroline Criado Pérez
- Editorial: epublibre (epub)
- Fecha: 2021
- Páginas: 843
La autora (periodista y activista feminista britanica) muestra con multitud de información como l ajistoría humana adolece de un gran vacio de datos.
La vida de los hombres ha llegado a representar la de los seres humanos en general olvidando a la otra mitad, la de las mujeres. Es lo que se llama la brecha de datos de género que tiene un impacto en la vida cotidiana de las mujeres.
En este libro se parte de una documentación extensa para mostrar la brecha de datos de género. Asume que no es deliberada, pero a los hombres se los da por supuesto y a las mujeres no se las menciona.
En la introducción explica la importancia que tiene en la estructura social la visión del hombre por defecto. Para ello muestra muchos ejemplos que van desde la filosofía clásica hasta los estudios antropológicos recientes. También hace un análisis de algunas lenguas en relación al uso del masculino genérico llegando a tratar la masculinización de los emojis en Internet. Finalmente analiza los sesgos que estos elementos de la cultura y el lenguaje han incluido en nuestro pensamiento y cómo se perpetúan tanto en los medios audiovisuales, los textos escolares e incluso en los videojuegos.
En la primera parte se centra en aspectos de la vida cotidiana. Analiza los sistemas de transportes y el urbanismo y como su diseño aparentemente neutro está hecho sólo en función de las necesidades masculinas. trata temas como la recogida de nieve, las políticas de transportes, los espacios públicos, los urinarios, el acoso sexual en los transportes, los gimnasios, los parques, etc.
La segunda parte se centra en el lugar de trabajo y analiza los trabajos de cuidados no remunerados, la corresponsabilidad y sus efectos en la salud de las mujeres. Hace un análisis exhaustivo de los efectos de la jornada de trabajo, la brecha salarial, la brecha de pensiones y los diferentes sistemas de permisos de maternidad y paternidad, los lugares de trabajo, la promoción y valoración de desempeño. Con multitud de información muy útil para quién participa en los Planes de Igualdad de empresa.
La tercera parte del diseño considerando exclusivamente a los hombres incluyendo elementos desde las herramientas de trabajo o las estufas hasta los móviles y los programas de reconocimiento de voz pasando por los automóviles.
La cuarta parte considera la infrarrepresentación de mujeres en los ensayos clínicos y diagnósticos erróneos por no coincidir con los masculinos. Enfermedades psiquiátricas y dolor.
La quinta parte trata sobre la diferente participación de las mujeres en la vida pública.
La sexta dedicada a la violencia de género.
Las mujeres de 8M fiesta y las mujeres de 8M manifiesta
En el congreso extraordinario de Mérida de CGT, se propuso, tras el éxito obtenido en 2018, que los 8M fueran huelga incluso que fuera todos los años. Enfadadas de los trabajos que, feminizados por sectores (limpieza, alimentación, cuidadores, pequeño comercio, sociosanitario, educación, etc.), son precarios e invisibles aunque imprescindibles para el sistema. Pero se optó por evitar convertirlo en un día de fiesta como el 1 de Mayo. Tenemos facilidad para olvidar las razones de la lucha que originaron esta fiesta perdiendo su carácter reivindicativo.
Ha tenido que pasar una pandemia de la Covid-19, encerrarnos con situaciones para la mujer lamentables en sus 2 años de gestión, y en este tiempo se ha demostrado una y otra vez que cada crisis nos golpea duramente a las mujeres. Y cuanto más jóvenes peor.
Hemos visto cómo la brecha salarial, la precariedad y la falta de contratación de las mujeres continúan. Es un hecho que las mujeres cogemos más excedencias no remuneradas para encargarnos de los cuidados y que somos nosotras las que, en caso extremo, decidimos no incorporarnos al mercado laboral para atender a las personas que dependen de nosotras. Desde el inicio de la pandemia, el número de mujeres en esta última situación ha aumentado.
Todo esto, además de sobrepasarnos, nos empobrece y humilla con inseguridad de nuestra valía.
Y con el Covid llegó el teletrabajo, para algunas mujeres, que parecía la solución en el ámbito laboral ante la pandemia, nos ha enseñado la otra cara de la moneda, dado que lo asumimos más nosotras que los hombres y esto acentúa nuestra labor como cuidadoras y afecta a nuestra promoción. Es importante ver que aquí no solo hay brecha laboral, sino que existe una brecha de clase. Y esto, también nos sobrepasa. La parcialidad en los contratos es muchísimo mayor en mujeres que en hombres.
La mayoría de las mujeres migrantes residentes están desempleadas o no tienen un contrato laboral y son muchas las que se encuentran en situación irregular. Hay que acabar con la explotación laboral a la que están sometidas, que no denuncian por miedo a ser expulsadas.
El Régimen Especial de Empleadas de Hogar es esclavista, con obligaciones y con menos derechos que cualquier otro régimen. Sin olvidar el maltrato y abusos que sufren las empleadas en algunos lugares de trabajo.
¿Y cuándo nos quieran jubilar? Para tener una pensión digna hay que empezar hoy, luchando por nuestros derechos colectivos, contra las discriminaciones que dificultan la independencia económica y denunciando que este calvario laboral se traduce en una limosna por pensión. Avanzar es tomar conciencia de que el problema de las pensiones de las trabajadoras va unido al resto de condiciones laborales y vitales que se soportan.
Y, por si fuera poco: una nueva “reforma laboral” en la que nada cambia para nosotras (tampoco es que lo hayamos analizado bastante como mujeres): la temporalidad sigue sin resolverse, a pesar de que quieran maquillarla, llamando «indefinidos» a contratos semiatados de una naturaleza temporal, y sin tocar las causas de los despidos ni las indemnizaciones. Tampoco se resuelve la cuestión de las subcontratas y la externalización de trabajadoras, cuyas consecuencias las van a padecer sectores tan precarizados como el de las kellys, contratas de limpieza, etc.
Las desigualdades y discriminaciones que sufrimos las mujeres son estructurales y son consecuencia directa del actual sistema capitalista y patriarcal, que utiliza la violencia y todos los recursos a su disposición para mantener este orden social. Tenemos que estar organizadas y manifestar nuestra lucha. Somos supervivientes de un rancio patriarcado y tenemos que demostrar a las demás generaciones que es lo que no queremos.
Queremos tener vidas dignas de ser vividas, y para eso nos necesitamos unas a las otras. Y no solo en este país: no podemos olvidar que a lo largo y ancho del mundo millones de mujeres luchan cada día para cambiar las cosas (Afganas, Palestinas, Subsaharianas, etc.).
Somos anarquistas pero sobre todo, luchamos por los derechos de la mujer y que reconozcan las aportaciones que hacemos las mujeres en la sociedad, hoy y siempre. Ante esa fiesta, la anarcofeminista se manifiesta. Aún no hay nada que celebrar,..
Visibilizar a las mujeres
Las mujeres se enfrentan a una ginopia que en parte por misoginia y en parte por recelo hace que su participación y existencia diferenciada se omita en un gran número de áreas de la vida.
El feminismo lucha contra esta invisibilización y sus consecuencias mediante el empoderamiento.
Las mujeres constituyen el 49,58% de la población mundial (estas cifras incluyen la reasignación de las personas intersexuales).
La pobreza está feminizada: El 70% de los pobres son mujeres, el 70% de los niños sin escolarizar y ellas hacen el 70% de los trabajos con solo el 10% de los salarios.
La misoginia es la “aversión a las mujeres” (RAE) y puede manifestarse de diversas maneras, que incluyen denigración, rechazo, discriminación y violencia contra la mujer. La misoginia es muy antigua y a la vez consecuencia y sustento del patriarcado.
Uno de los mecanismos más eficaces ha sido que la vida de los hombres ha representado al de todos los seres humanos. Se “habla de ginope para calificar a los sujetos o grupos u organizaciones que mantienen una práctica o patrón inveterado de omisión y exclusión, en el discurso y en la práctica, a la realidad de lo femenino o de las propias mujeres”. A partir de ahí la mujer es invisibilizada, estigmatizadas y excluida en muchos aspectos de la vida.
Luchar contra estos prejuicios con la alteración radical de los procesos y estructuras que reproducen la posición subordinada de las mujeres mediante su empoderamiento personal, político y económico es un objetivo feminista. El nivel de desigualdad es patente en España en muchos aspectos como por ejemplo:
- Empleo: Tasa de actividad del 53,73% (63,57%) hombres, tasa de empleo 44,75% (55,27%) y tasa de paro 16,72% (13,06%).
- La jornada parcial está feminizada y ellas se ven obligadas a interrumpir más veces o terminan antes la vida laboral.
- Brecha salarial 20%
- Brechas en desempleo (10%) y pensiones (36%).
- 31% de los directivos de empresas grandes
- Dedican 5:30 h diarias al trabajo doméstico (los hombres 2:20)
- Un tercio de las mujeres de entre 16 y 30 está en riesgo de pobreza.
- 50% de personas en hogares monoparentales en riesgo de pobreza (83% a cargao de mujeres).
- Pobreza menstrual
- Criterios clínicos masculinos.
- Medicalización femenina.
- Violencia obstétrica.
- Son más estigmatizadas por usar sustancias ilegales.
- Sexismo en los anuncios
- Matrimonio infantil y niñas esposas.
- Trata de mujeres
- Violencia de género