Acción Social
Los antiguos permisos de paternidad podrán añadirse a las 16 semanas por nacimiento, según TSJC
Los antiguos permisos de paternidad que existen en los convenios colectivos de empresa podrán añadirse al permiso por nacimiento que desde este mes de enero se ha ampliado a 16 semanas, el mismo periodo establecido para la madre.
Así lo establece el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria en una sentencia en la que ha estimado un recurso del sindicato USO contra Lácteos de Santander, que eliminó la anterior licencia al entrar en vigor el decreto de igualdad entre hombres y mujeres tras el parto.
Con este fallo, la Sala de lo Social del TSJC revoca uno previo del Juzgado de lo Social número cinco de Santander, que desestimó la demanda de conflicto colectivo interpuesta por el presidente del comité en la citada empresa, ubicada en Meruelo.
El origen del conflicto colectivo es la supresión del permiso de paternidad al considerar la fábrica que la entrada en vigor del Real Decreto Ley 6/2019 de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo suponía la absorción del permiso de paternidad que existía en el convenio colectivo estatal de industrias lácteas y sus derivados.
Asimismo, la empresa adujo que el progenitor tendría más permiso que la madre biológica, lo que «llevaría a una interpretación discriminatoria contraria a la previsión del RD 6/2019».
El 25 N y el 25%
Este 25 de noviembre acabamos de celebrar el día contra la violencia de género, pero la realidad es tozuda y el tercer trimestre del 2020 las mujeres víctimas de esta violencia aumentaron casi un 25% sobre el trimestre anterior. |
Una vez pasado el 25N, conviene recapitular y echar un vistazo a las cifras disponibles sobre violencia de género. Las estadísticas oficiales nos dicen que, a día 9 de diciembre, 42 mujeres habían sido asesinadas a manos de sus parejas o ex-parejas. Esta cifra es casi un 25% inferior al mismo periodo del año pasado, aunque poco consuelo supone la estadística para las familias de las víctimas. Recordemos también que los datos oficiales dejan fuera a aquellas mujeres que no tenían una relación sentimental con su agresor.
Sin embargo, pese a la disminución interanual, el tercer trimestre de 2020 fue realmente negativo para la violencia de género. Las víctimas mortales cuadruplicaron a las del segundo trimestre (16 frente a 4), las denuncias se dispararon y las mujeres que en los juzgados adquirieron la condición de víctimas de violencia de género subieron un 25%. Los indicadores de la Comunidad de Madrid están en la media nacional y 14,1 mujeres de cada 10.000 están declaradas víctimas por un juzgado según el informe del CGPJ.
Aprovechamos para analizar también las cifras de mujeres asesinadas en 2020, pero desglosadas por nacionalidad de víctima y agresor. En contra de la idea comúnmente extendida de que los agresores son mayoritariamente extranjeros, los números nos dicen lo contrario. Los agresores de nacionalidad española son un 65,8% del total mientras que las víctimas sólo tienen nacionalidad española en un 57,9% de los casos. Es decir, que son más las veces que un hombre de nacionalidad española agrede a una mujer extranjera que a la inversa.
La violencia de género es un problema de toda la sociedad. El 25N funciona como toma de conciencia pero debe de tener continuidad en el día a día. Más allá de discursos partidistas necesitamos aceptar que el fenómeno va mucho más allá de la cuenta anual de asesinatos, que hasta no hace demasiado se camuflaban bajo el eufemismo de “crímenes pasionales”, y aprender a rechazar cual manifestación de violencia hacia la mujer.
Desigualdad digital de género
La brecha digital de género ha aumentado un 55% a nivel global entre 2013 y 2019 siendo mayor en los países menos desarrollados. En España se ha reducido notablemente la brecha digital pero se siguen observando aspectos que mantienen a la mujer en una posición desfavorable. |
Un informe de la World Wide Web foundation proporciona un panorama global del estado de la desigualdad digital de género y muestra las barreras a las que se enfrentan las mujeres para acceder y usar Internet. A nivel global, hay menos mujeres que hombres que utilizan Internet. Los hombres tienen un 21% más de probabilidades de estar en línea que las mujeres, cifra que se eleva al 52% en los países menos desarrollados del mundo. Esta brecha de género en el acceso a Internet sigue creciendo. Los datos de la ITU sugieren que a nivel global esta brecha ha aumentado un 55% entre 2013 y 2019. Esta situación amenaza con aumentar la desigualdad. La Comisión Europea ha fijado como objetivo cerrar esta brecha de género.
En España no se aprecian grandes desigualdades en el uso de Internet por sexo (INE). No obstante, dos estudios publicados en julio sobre la brecha digital señalan que las relaciones familiares, las opciones y logros educativos, la formación de una familia o los patrones de movilidad geográfica crean una posición desfavorable para las mujeres en competencias digitales y usos de Internet.
«Mujeres y digitalización: de las brechas digitales a los algoritmos«. Este estudio analiza:
- Las tres brechas digitales de género: Desigual acceso a infraestructuras y herramientas; competencias digitales y usos de Internet y espacios de participación sociopolítica digital.
- Digitalización en el mercado de trabajo.
- Sesgos de género
- Condicionantes socioculturales, institucionales y psicosociales.
«Las mujeres en la economía digital española: Trayectorias inspiradoras» recoge conversaciones con destacadas profesionales del ámbito digital, analizando las diferentes etapas de sus vidas y los puntos de inflexión en sus carreras.
La brecha salarial (II)
Detrás de la brecha salarial y de los famosos 51 días de media que las mujeres trabajan gratis, hay falsos mitos que normalizan la situación. |
Según datos de Eurostat, la brecha salarial, entendida como la diferencia en la remuneración percibida por hombres y mujeres, es de un 14,2% de media en España, ligeramente inferior al 16,2% de media de la Unión Europea. Traducido a días en el calendario, ese 14,2% supone un total de 51 días, que serían los que las mujeres trabajan gratis, según se ha anunciado en los medios en los últimos días.
Los datos son peores cuando se considera la brecha salarial total, que en España es del 37,5% de media. Este dato cuantifica los ingresos anuales totales de hombres y mujeres, e incorpora variables como la tasa de ocupación de ambos colectivos.
Desde CGT entendemos que hay problema estructural de fondo soportado por una serie de falsos mitos que justifican la brecha salarial como una consecuencia natural de ciertas decisiones de las mujeres:
Mito 1: Las mujeres trabajan más a tiempo parcial, es lógico que cobren menos. Falso. Trabajar a tiempo parcial supone menos salario total, no menos salario por hora.
Mito 2: Las mujeres ganan menos porque escogen trabajos peor remunerados. Falso. Dejando al lado el debate sobre hasta dónde es libre esa elección, la brecha salarial se repite en todos los rangos salariales.
Mito 3: Los hombres tienen más estudios, es lógico que tengan mejores trabajos. Falso. Las mujeres son mayoría en las universidades, pero esa mayoría en la educación superior no se ve reflejada en la incorporación al mercado laboral ni en los salarios.No se trata de victimismo. Hay un problema estructural de fondo que hay que visibilizar y que esperamos contribuya a solucionar la nueva regulación laboral.