CGT fuentes

Sección Sindical de CGT en Airbus: EL ERTE YA ESTA AQUÍ

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Es un ERTE presentado por causas objetivas relacionadas con el COVID-19 que recaerá únicamente en las plantillas de Puerto Real, Illescas y Getafe, acompañado con un acuerdo de la ¿mayoría sindical? con el que dan por agotada la aplicación del artículo 60. Acuerdan también cómo será la gestión de los saldos hasta el inicio de este ERTE en Airbus Operaciones, cosa que ya explicaran.

Desde CGT hemos intentado aportar con buena fe desde el principio, incluso jugando un papel de moderadores de la parte social que no nos corresponde. Podemos estar más o menos de acuerdo con que la aplicación de un ERTE pueda aliviar ese escenario que nos presentan en bruto, pero sin ver el detalle real de la situación no podremos calibrar la oportunidad de esta medida, no obstante, estaremos en esa negociación, no en vano somos la segunda fuerza sindical en este ámbito y mantendremos una actitud constructiva con la pretensión de defender de la mejor manera los intereses del total de la plantilla, sin excepción.

¿En qué consiste este ERTE?

·        Es una suspensión temporal de empleo por un tiempo determinado (duración del estado de alarma) con justificación por causas del COVID-19.

·        Se mantiene la cotización integra a la Seguridad Social y no consume paro.

·        Afecta de forma proporcional a la generación de pagas extras y vacaciones.

·        Su retribución consiste en el 70% de la base de cotización de los últimos 6 meses. Con un tope máximo en función de la carga familiar de 2 hijos estipulada en 1411€. Esto es mejorable durante el periodo de negociación de 7 días.

·        En nuestro beneficio la “imposibilidad” de ser despedida, en los seis meses siguientes a la terminación del ERTE.

Ahora se iniciará la negociación entre la parte social y la dirección de la empresa en la cual CGT tiene algunos conceptos claros: En todas las reuniones hemos defendido que la reducción de jornada tiene que ser de carácter universal y que se aplique de forma homogénea a toda la compañía. No podemos estar a favor de ninguna medida mientras no tengamos una visión global de la situación que solo puede pasar por el mantenimiento del empleo y de los centros. Tenemos que mirar más allá de la aplicación de este ERTE que sabemos, tiene un tiempo limitado.

Sabemos que la manera en la que se ha iniciado esta negociación, paralela a la de otro ERE en Airbus Defensa, y al que evidentemente nos oponemos. Esta medida de reducción de jornada no se puede cargar únicamente sobre las espaldas de la plantilla, necesitamos que se asegure el mantenimiento salarial. Seguiremos informando de estos procesos a los que nos veremos abocados en estos tiempos nuevos y revueltos.

Airbus es heredera de CASA, somos una empresa, una sola plantilla y solo saldremos de esta con esa unidad.

Salud, Ánimo y Lucha

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1º de Mayo contra las Desigualdades Sociales

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Las organizaciones y colectivos de ámbito estatal COBAS, Confederación Intersindical, CGT, Estudiantes en Movimiento, Ecologistas en Acción, Coordinación Baladre, Coordinadora Estatal de Mareas Blancas, Fridays For Future, hemos acordado este Manifiesto para el 1º de Mayo de 2020, ante la imposibilidad de manifestarnos en las calles.

En primer lugar, nuestro recuerdo y respeto por todas las víctimas de la Pandemia y nuestra solidaridad con todxs lxs trabajadorxs que están interviniendo para erradicar la enfermedad.

Hace poco más de 100 años que los “Mártires de Chicago” salieron a la calle para reivindicar un derecho que hoy vemos como irrenunciable, limitar la jornada de trabajo a 8h diarias. Muchas personas fueron asesinadas por la represión del Estado, con el fin de parar una conciencia colectiva imparable.

La situación actual nos une en la dignidad de la Clase Trabajadora, queestá combatiendo en primera línea contra la Pandemia, haciendo la mayor demostración como única Clase capaz de salvarnos de esta crisis sanitaria y de la debacle de este sistema social.

Este 1º de Mayo,que abordamos en un momento dramático, siguen sobrando los motivos para movilizarnos y exigir a los estados y las patronales que, nuestra salud, nuestra vida y la del planeta valen mucho más que sus ganancias.

Hace poco, millones de personas en todo el mundo se movilizaban contra el Cambio Climático ymás recientemente, por la Igualdad de Género y contra las Violencias Machistas. Hoy, más que nunca, debemos continuar estas justas luchas.

Defender unos Servicios Públicos Universales y de Calidad, como garantes en términos de equidad de las necesidades y derechos de todas las personas, así como recuperar las empresas regaladas a manos privadas, deben ser algunos de nuestros principales compromisos. Hemos visto queuna Sanidad Públicacolonizada por la especulación y los mercados, ha hecho que mueran más y haya menos herramientas para curarnos. No queremos ni héroes ni heroínas, sino profesionales suficientes y bien tratados, laboral, económica y sanitariamente.

Nos reafirmamos en las propuestas que ya exigimos al Gobierno para hacer frente a la Pandemia, garantizando las medidas sanitarias en defensa de la vida y las medidas sociales que impidan los despidos, al tiempo que aseguren los medios que posibiliten a todas el confinamiento con garantías.

Exigimos una Sanidad y Educación públicas alejadas de los mercados especulativos, unasPensiones públicas dignas y suficientes para todas, elderecho a una Vivienda dignaa la Movilidad en Transportes públicos accesibleslaatención a laspersonas Dependientes y Diversas, alos Cuidados en su sentido más ampliosin olvidarnos de las personas “excluidas” que están fuera del salario, del mercado, etc.

Continúa en:
http://rojoynegro.info/articulo/acci%C3%B3n-sindical/1%C2%BA-mayo-las-desigualdades-sociales

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1 de mayo de 2020. Ahora más que nunca: Defendamos lo público contra las desigualdades

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Artículo de opinión de Enric Tarrida, secretario de Comunicación del País Valenciano y Murcia

Estamos ante un 1 de mayo insólito, un 1º de mayo sin pisar las calles, sin poder salir de casa, sin poder manifestarnos. Este año no tendremos nuestra especial jornada de lucha y fraternidad como clase trabajadora. Pero no renunciamos a declarar nuestro empeño en una sociedad más humana, sin desigualdades, sin excluidas, una sociedad donde unos pocos no vivan (cómo viven) del trabajo de la mayoría.

Las duras situaciones que están padeciendo hoy miles de personas deben servir para reforzar nuestros valores de solidaridad, nuestro anhelo de justicia, nuestro convencimiento que el ser humano tiene en el apoyo mutuo su mejor herramienta para superar las graves situaciones que sufre como especie, y que hoy es básicamente el esfuerzo y sacrificio de las personas trabajadoras lo que nos puede salvar de la pandemia. Son auxiliares, enfermeras, médicos quienes en primera línea se juegan incluso sus vidas para salvar las ajenas. Son las personas trabajadoras de la limpieza, los agricultores, pescadores, personal de la alimentación, conductores, marinos, estibadores, periodistas… quienes, muchas veces con escaso medios y bajos salarios, se la juegan para permitir que esto funcione.

Son las trabajadoras y trabajadores, como siempre, los que dan la cara en los momentos difíciles, las que se dejan la piel, quienes no se esconden en sus villas, ni disfrutan de un confinamiento de lujo. Hoy es necesario pararlo todo, el mercado ya no es el dios supremo, los ricos se ocultan aunque los especuladores sigan haciendo su agosto. Por suerte hoy no confundimos precio con valor, y sabemos que no todo se puede medir con la vara de la economía mercantilista que rige nuestra sociedad.

Somos nosotras, quienes sufrimos por lo propio y por los demás, quienes debemos atender a las personas enfermas, compartir los padecimientos, las muertes, las pérdidas de seres queridos. Somos nosotras quienes también pagamos la situación con la pérdida del trabajo, quienes tenemos horizontes de incertidumbre sobre nuestras vidas y la de nuestros iguales.

Hoy muchas personas conviven entre miedos; miedo a la enfermedad, miedo al desempleo, miedo al futuro.

Se dice que la solidaridad es la ternura de los pueblos, hoy más que nunca podemos sentirlo, percibir este valor como imprescindible para salir enteros, de la debacle, como personas y como sociedad.

Desde la CGT, igual que otros colectivos, llevamos luchando, desde el más absoluto ostracismo, por lo público, por una enseñanza pública y de calidad para todas, por los transportes públicos, por un ferrocarril público y social, por el salvamento marítimo, por centros para personas mayores fuera del negocio… y como no, por una sanidad pública y de calidad, donde todas tengamos asegurada la asistencia que necesitemos, y cuyos profesionales trabajen en condiciones justas y dignas. Venimos denunciando que hay muchos servicios que no pueden estar gestionados de modo privado, que el afán de lucro no puede convivir con su propósito, que nadie debe hacer negocio de ello, de nuestra salud, de la educación de nuestros hijos, del cuidado de nuestros mayores… Que no lo debemos permitir, ni ahora ni nunca.

Del mismo modo desde la Confederación luchamos y exigimos sin descanso los derechos sociales que aseguren que nadie quede excluido de tener una vida digna; del derecho a la vivienda, a un trabajo digno, de una renta de las iguales.

Hoy estas afirmaciones no resultan tan ajenas al sentir de la población general. Los defensores de “vender” los servicios públicos al mejor postor, de dejarlos en manos del sacrosanto libre mercado, callan agazapados esperando mejor momento, confiando en la corta memoria del ser humano.

Cuando se evidencia que la existencia de una sanidad pública es la que está permitiendo que esto no se desmorone, las voces privatizadoras enmudecen, sabedoras que su alternativa es, en estos momentos, obscenamente insoportable, es decir que quien no tuviera como pagársela, se jodiera (ver ejemplo de EEUU), esta opción es inviable en nuestra sociedad. Tenemos claro que pocas nos podríamos permitir pagar una sanidad privada, que muchas quedaríamos abandonados a nuestra suerte, o en el mejor caso en manos de la beneficencia.

La sanidad pública ha dado el do de pecho, y a pesar de sus recursos menguados desde la crisis, de los recortes sufridos, de estar trabajando siempre al límite, sus trabajadoras y trabajadores hacen posible lo imposible. De todo esto se ha dado cuenta toda la sociedad, y así se manifiesta cada día, en actos simbólicos y en otros mucho más reales.

Pero no nos engañemos, nuestras “salvadoras” no son de hierro, enferman y se derrumban ante lo que están viendo y sufriendo, y no todas se podrán levantar. Ellas y nosotras necesitamos que no solo ahora, sino también mañana y pasado, nos acordemos de todo esto. Aprendamos la lección de lo que es importante de verdad, para vivir, para sobrevivir, y que debemos cuidarlo y mimarlo, porque en ello van vidas y nuestros futuros, los de nuestros hijos, familiares y amigos, los de todos. No tengamos duda de que otros malos tiempos vendrán, y solo lo servicios públicos sirviendo al interés común y general de todas nos pueden salvar, solo el apoyo mutuo, solidario y generoso nos permitirá salir airosas.

Hoy descubrimos que podemos vivir sin futbol, sin tour, sin olimpiadas, pero no sin nuestros profesionales sanitarios, sin la agricultura, sin la pesca, sin el transporte que nos hace llegar los productos de primera necesidad. Hoy la ley de la selva del modelo político que nos quieren imponer cotiza a la baja.

Mañana acordémonos de esto, por favor, es cuestión de supervivencia, no lo olvidemos. Porque “el bicho” no está muerto, solo agazapado, esperando su momento. Más allá de los aplausos, de las loas, hay que asumir sin complejos que solo con la lucha diaria en defensa organizada de nuestros servicios públicos, en la construcción común de una sociedad más justa y solidaria, tenemos futuro. Grabémoslo a fuego en nuestro ADN, para que cuando esto pase, no nos dejemos engañar de nuevo, con lo cantos de sirena de los tahúres.

Recordemos para estos momentos y para otros también muy importantes, no tener memoria, olvidarnos de nuestra historia, nos condena a repetirla.

Salud

Enric Tarrida

Secretario de Comunicación del País Valenciano y Murcia

sp-comunicacion@cgtpv.org

Vía:
http://rojoynegro.info/articulo/ideas/1-mayo-2020-ahora-m%C3%A1s-nunca-defendamos-lo-p%C3%BAblico-las-desigualdades

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28 de abril Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo

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Porque la salud debe estar siempre por encima del negocio

La crisis del Covid-19 está dejando al descubierto la falta de escrúpulos de la patronal de nuestro país. En muchos casos, la salud de las personas ha sido la última prioridad, ya que se ha tratado de mantener la producción contra toda lógica, sin dotar a los trabajadores y las trabajadoras de los medios necesarios para evitar los contagios.

La siniestralidad laboral, que no ha dejado de crecer durante los últimos años, con incrementos de hasta doble dígito en algunos de los sectores más precarios, tendrá en 2020 datos todavía más trágicos.

Los políticos tampoco han estado a la altura. Y es que donde hay muertos suele haber buitres. Lejos de trabajar para que el Covid-19 no incrementase sus terribles efectos sobre la población, hemos asistido a un debate diario tan repugnante como estúpido.

La externalización de servicios públicos y, en concreto, el aniquilamiento de la sanidad pública en beneficio de unos pocos intereses privados, ha acelerado el colapso de nuestro sistema sanitario. Ambulancias que llegaban demasiado tarde, hospitales sin los medios necesarios, donde el colapso ha dado lugar a un triage escandaloso para decidir qué vidas se salvaban y cuáles se daban por perdidas.

Las personas que trabajan en los hospitales han hecho y siguen haciendo todo cuanto han podido. Pero se han tenido que enfrentar a este terrible virus sin las más elementales protecciones de seguridad. La salud de estas personas no ha importado, ni tampoco las de sus familiares.

Cuando el pico de muertes diario no dejaba de aumentar, se recurrió a una paralización de trabajos no esenciales que terminó siendo un nuevo paso en falso, ya que un número exagerado de empresas consideraron su actividad como crítica y esencial. Ni la inspección de trabajo ni las consejerías de salud de las distintas comunidades autónomas hicieron nada por evitar la imposición del criterio empresarial.

Este 28 de abril debemos recordar el valor que tiene la salud laboral dentro del mundo del trabajo. Nuestras vidas valen más que los intereses de unos pocos. Si la siniestralidad laboral derivada de accidentes de trabajo ya era insostenible, la realidad vivida a raíz del Covid-19 demuestra que el problema no estaba en la falta de previsibilidad de los hechos: se trata de un problema mucho más profundo, de un problema moral que procede de la imperdonable deshumanización del mundo del dinero.

Si esta crisis nos está enseñando algo es que no podemos vivir el primer día después del confinamiento como si no nos hubiéramos enterado de nada. Porque exigir medidas preventivas es defendernos en el sentido más literal de la palabra. Defendernos a nosotros y nosotras y a nuestras familias.

Vía:
http://www.cgt-mclmex.org/2020/04/17/28-de-abril-dia-internacional-de-la-seguridad-y-salud-en-el-trabajo/

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24 de abril: Día de Acción Global por el Clima

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Hoy, cuando toda la población sufre en carne propia la pandemia del coronavirus y sus consecuencias, se hace patente lo urgente e ineludible que es aunar esfuerzos para, solidariamente, hacer frente a la enfermedad y sus repercusiones sanitarias y sociales. Unas consecuencias que son sufridas en mayor grado por las personas y los colectivos más vulnerables, que padecen no solo la crisis sanitaria sino la precarización y el empeoramiento de sus ya poco dignas condiciones de vida. 

Ese mismo conocimiento que nos hace entender que estamos ante una situación de emergencia, nos lleva a las organizaciones firmantes a continuar con la convocatoria de la “Acción global por el clima” del día 24 de abril. 

La humanidad enfrenta una emergencia climática sin precedentes en la que también es necesario actuar con la responsabilidad de proteger la vida en primer lugar. Esta defensa de la supervivencia debe llevarnos a tomar medidas ambiciosas y drásticas, en otras palabras, a asumir el estado de emergencia climática, impulsando las actuaciones necesarias y no las que se presentan como “políticamente posibles”, antes de que la situación nos desborde. 

Estamos al borde de un punto de no retorno marcado por una enorme pérdida de biodiversidad y por el incremento de la temperatura global, que pone en jaque a todo el planeta, incluida la humanidad y sus sociedades. Las consecuencias del cambio climático son, entre otras, un incremento de los grandes incendios forestales, la proliferación de enfermedades de regiones más cálidas, sequías más severas, subida del nivel del mar, también lluvias torrenciales que provocarán inundaciones, movimientos migratorios motivados por la crisis climática… 

El calentamiento global es consecuencia directa del modelo de producción y consumo que continuamente se demuestra incapaz de satisfacer las necesidades vitales de las personas, precarizándolas y poniendo en situación de vulnerabilidad a gran parte de la población mundial; de los ecosistemas y el resto de seres vivos que habitan este planeta. Mientras, arriesga nuestra supervivencia como especie, al basarse en la explotación ilimitada de los recursos naturales, impactando de manera injusta en las poblaciones más pobres y vulnerables. Pero en esta crisis, la ciencia también ha señalado la vía de actuación, que no es otra que la descarbonización de nuestro sistema económico, especialmente en las sociedades industrializadas occidentales que tenemos más responsabilidades y mayores capacidades. Un sistema económico que se ha paralizado ante la crisis del coronavirus y que debemos replantearnos antes de reiniciar. 

Ante ello, las organizaciones firmantes, de acuerdo con la ciencia, manifestamos que sí, que participamos de la idea de la necesidad de apoyar la salida de las crisis generadas por el coronavirus, pero matizamos que esta no puede reproducir el modelo que nos ha conducido hasta la emergencia ecológica y social actual. Que se puede y debe incorporar lo que hemos aprendido. Que debe basarse en las personas, en sus posibilidades y en sus necesidades, así como en la protección de nuestros recursos naturales. Una idea que resumimos en la frase “salgamos del parón y transformemos la actividad de un modo climática y socialmente justo”. 

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Carta de CGT a la Ministra de Igualdad

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Trabajadoras embarazadas y en período de lactancia

La CGT ha remitido una carta a la Ministra de Igualdad en la que le ha trasladado la petición de prestación para las Trabajadoras embarazadas y en período de lactancia, en riesgo por el covid19.

La actual pandemia del Covid19 está poniendo a prueba a toda la sociedad española y, tanto las administraciones públicas como las empresas, deben estar a la altura de las circunstancias, garantizando de manera real y efectiva la salud en el ámbito laboral de todas las personas trabajadoras y especialmente las personas calificadas como más sensibles.

En el “Procedimiento de actuación para los servicios de prevención de riesgos laborales frente a la exposición al SARS-COV-2 de 8 de abril de 2020” del Ministerio de Sanidad, se establecen recomendaciones, tanto a nivel preventivo como en el ámbito laboral, de cómo actuar para la protección del derecho a la salud de las personas trabajadoras con relación al COVID19.

En el citado procedimiento se definen las trabajadoras especialmente sensibles, entre otras, las embarazadas y lactantes, así como que se establecen medidas de protección según la situación de riesgo en la que se encuentre, llegando a poder acceder a la prestación de riesgo por embarazo o lactancia. Así mismo, se establece que en algunas situaciones de riesgo, no se precisa ni adaptación ni cambio de puesto, permaneciendo en su actividad laboral habitual, por ser riesgo comunitario o por no estar en contacto con personas sintomáticas.

No obstante a lo anterior, es notorio y conocido que una de las vías de propagación y de infección del Covid19 es a través de las personas asintomáticas, es decir, aquellas personas infectadas pero sin síntomas. Esta realidad, todavía no cuantificable por la falta de recursos en la presente crisis para poder detectarlo, conlleva obligatoriamente que se amplíe la protección, tanto de naturaleza preventiva como en medidas correctoras, para disminuir y eliminar el riesgo. Así mismo, en el citado

procedimiento no se han tenido en cuenta los riesgos a la exposición de contagio durante el transporte, tanto a la ida como a la vuelta de la jornada laboral.

En consecuencia, desde CGT entendemos que a las trabajadoras embarazadas y lactantes se les debe de garantizar una seguridad integral, de manera real y efectiva.

Para ello, consideramos que, desde las diferentes instituciones con competencia en materia de Sanidad, Igualdad y Seguridad Social, hay que transmitir un mensaje claro de protección a estas trabajadoras en los términos de la propuesta que formulamos a continuación:

 Acceso directo e inmediato de las trabajadoras embarazadas y en período de lactancia a la prestación de riesgo por embarazo y lactancia a partir del conocimiento de la existencia de embarazo y durante el período de lactancia, al margen de la actividad a la que correspondan, cuando exista posibilidad de contagio tanto de personas asintomáticas como sintomáticas. Con la excepción de aquellas trabajadoras que se encuentren teletrabajando.

Todo ello con base en la normativa en materia de Prevención de Riesgos e Igualdad, recogida en los Artículos 14 y 26 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el artículo 4 del Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de las y los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo.

Secretariado Permanente del Comité Confederal

Vía:
http://rojoynegro.info/articulo/ideas/carta-cgt-la-ministra-igualdad

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