Mujer
A vueltas con la ley de Protección Integral de la Libertad Sexual y por la erradicación de las violencias sexuales
La violación sexual ha ocurrido desde el nacimiento de la historia. Sin embargo, la regulación jurídica y su punición han presentado a lo largo de la historia diversas facetas en la protección de la víctima. Y aquí entra el derecho, de la mano de esa profundización antropológica. El derecho resultaría ser así una estrategia al servicio de un proceso de construcción del género[1].
Desde el punto de vista del Derecho, el acto delictivo de la violación supone llevar a cabo una acción que se encontraba al margen de la esfera de la libertad sexual permitida, pero en los albores de la historia no siempre fue así.
En efecto, los indicios más antiguos sobre la tipificación del delito de violación se remontan al Código de Hammurabi del año 1760 A. C., que es una codificación de leyes basada en la Ley del Talión que, sin embargo de este presupuesto, sancionaba fuertemente la violación. El Código de Hammurabi no reconocía la independencia de las mujeres, diferenciando únicamente entre una mujer casada y una mujer virgen pero prometida. Según esta clasificación si un hombre violaba a una mujer virgen, su castigo era la muerte; más si la violación era cometida en contra de una mujer casada, esta debía compartir la pena con su agresor sin que se tomen en cuenta las circunstancias en que se cometió la violación, siendo la pena de muerte mediante el ahogamiento, pues tanto la mujer como su agresor eran arrojados a un río, del cual si el marido de la agraviada así lo deseaba podía sacarla.
La brecha de género en el empleo se triplica cuando el nivel educativo es bajo
El 86,9% de los hombres y el 80,5% de las mujeres con un nivel educativo alto estaban empleados
La brecha de género en mujeres con bajos estudios es el triple que en las de nivel educativo alto, pues supone unas diferencias con los varones de 22,5 y 6,4 puntos porcentuales, respectivamente. Esto se debe a que, según Eurostat, en el tercer trimestre de 2020, el 86,9% de los hombres y el 80,5% de las mujeres con un nivel educativo alto estaban empleados; y que la tasa de ocupación de los hombres con bajo nivel educativo fue del 65,9%, mientras que la de las mujeres fue del 43,4%.
Según la oficina estadística europea, en consecuencia, la brecha laboral de género entre hombres y mujeres con bajo nivel educativo fue de 22,5 puntos porcentuales, más del triple de la brecha laboral entre hombres y mujeres altamente educados (que fue de 6,4 puntos).
Especial RNtv 8M. 7 de marzo 17:00 horas
La pandemia de Covid-19 sigue marcando nuestras actividades, pero no nuestra lucha. Por eso, este 8M –aunque sigamos estando limitadas para poder llevar a cabo muchas de nuestras acciones- desde Rojo y Negro TV han querido aportar, la televisión de la CGT, con la emisión de un documental, la lectura de nuestro manifiesto y un concierto de Penadas por la Ley.
Os dejamos la promo del trabajo audiovisual que podrá verse el 7M, como previa a los actos que se vayan a realizar el 8M por nuestras compañeras en los diferentes territorios.
El domingo 7 de marzo a las 17:00 horas, en Canal33 de la TDT de Madrid y en la web de www.rojoynegrotv.org
Vía: http://rojoynegro.info/articulo/eje-violeta/especial-rntv-8m-7-marzo-1700-horas
El feminismo como impulsor de la renta básica de las iguales
En su imparable lucha por conseguir la igualdad entre mujeres y hombres en todas las esferas de la vida cotidiana y política, el feminismo comienza a abordar dentro de sus reivindicaciones, cada vez con más fuerza, la implantación de la renta básica de las iguales (RBis) |
Esta renta proporcionará a las mujeres una herramienta primordial para romper con el sistema capitalista heteropatriarcal ya que contribuye a luchar por la igualdad de género, fomenta la igualdad de la mujer y el hombre en el mercado de trabajo; los trabajos precarizados, ocupados principalmente por mujeres, desaparecerán o adquirirán mejores condiciones salariales y nos dará capacidad de negociar mejores salarios. Nos permitirá enfrentarnos a las relaciones patriarcales dentro de la familia en mejores condiciones económicas. Y las mujeres que no perciben ningún salario por el trabajo que realizan en el ámbito del hogar y los cuidados, lograrían así también una independencia y libertad financiera que ahora no conocen.
Y es que la renta básica de las iguales se define como el derecho que tiene cada persona, solamente por el hecho de nacer, a percibir una cuantía periódica para cubrir sus necesidades materiales.
Las características de esta renta, que la diferencian de las demás son:
- INDIVIDUAL. No es la familia, sino la persona el sujeto de este derecho.
- UNIVERSAL. No es contributiva; es para todos los ciudadanos sin que haya algún motivo que justifique ninguna exclusión.
- INCONDICIONAL. No esta sujeta al mercado de trabajo, el nivel de ingresos tampoco justifica ninguna discriminación.
- CUANTÍA/EQUIDAD. La cantidad a percibir será equitativamente la misma para todas las personas, con independencia de la edad, los ingresos, el género, etc. Como cuantía mínima se propone la definida por el umbral de pobreza, equivalente al 50% de la renta per cápita.
(José Iglesias Fernández en el libro la renta básica de los iguales)
La clave transformadora de la RBis nos asegura a las mujeres un mínimo de subsistencia que nos permite elegir nuestra forma de vida. Por tanto, constituye un avance de gran magnitud en el proceso hacia una sociedad más justa y equilibrada que irá creando las condiciones óptimas para un proceso de transformación social profundo que nos permitirá luchar contra el sistema capitalista heteropatriarcal que genera desigualdad, exclusión, violencia y destrucción ambiental.Por todo ello es muy importante que el feminismo sea un motor más en las reivindicaciones para luchar por conseguir una renta básica de las iguales.
Guía: Mujer trabajadora en tiempos de Covid
Desde la Secretaría de Formación y el Gabinete de Estudios del Comité Confederal se ha creado esta pequeña guía, la cual podéis descargar en dos formatos, uno para publicar en las web y redes sociales, y otro para imprimir como folleto.
Descárgatela aquí: http://cgt.org.es/wp-content/uploads/2021/02/Mujer-trabajadora-en-tiempos-de-Covid-web.pdf
Vía: http://rojoynegro.info/articulo/acci%C3%B3n-sindical/gu%C3%ADa-mujer-trabajadora-tiempos-covid
Igualdad con marcha atrás
La igualdad de género está sufriendo virulentos ataques por los sectores políticos más reaccionarios que unidos a los efectos de la pandemia sobre las mujeres pueden representar un claro retroceso ante los avances que se veían como posibles los últimos años. |
Este mes de tragedias múltiples en Madrid lo hemos terminado con la decisión de su Ayuntamiento de destruir el mural feminista ’La unión hace la fuerza’ realizado en el polideportivo La Concepción del barrio de Ciudad Lineal de Madrid. Aunque el mural se mantendrá, esta agresión contra la libertad y el espíritu de igualdad es una muestra más del peligro de regresión que está sufriendo la igualdad de géneros y de cómo se utilizan para distraer nuestra energía de la defensa de los verdaderos problemas.
La situación de las mujeres, que estos últimos años parecía haberse colocado en el centro de la agenda política, está sufriendo un retroceso ante el ataque sistemático de los sectores más retrógrados del arco político y como consecuencia de la crisis del COVID-19.
Hasta el Parlamento Europeo ha identificado este retroceso destacando el retroceso en países como Polonia y Hungría.
Tras examinar el impacto de la pandemia de COVID-19 en las mujeres han propuesto medidas para proteger sus derechos y reforzar la igualdad de género durante y después de la crisis incluyendo:
- Protección de las víctimas de violencia doméstica. Mejorando los sistemas de alerta, ratificando el Convenio de Estambul, incluyendo esta violencia como un delito penal y propugnando una Directiva al respecto.
- Las mujeres sufren más la crisis económica. Incluyendo en los planes de recuperación medidas específicas para mejorar la igualdad de género, evitar que el trabajo desde casa incluya encargarse del cuidado de los niños e incentiva la flexibilización del horario de trabajo en los hombres.
- Estrategia de la UE para la igualdad de género 2020-2025. Recomiendan concretar los objetivos y dotarla de herramientas para controlar los avances.
- Medidas vinculantes para cerrar la brecha salarial de género.
Debemos continuar la lucha porque la igualdad es vital para una sociedad centrada en las personas.
El 25 N y el 25%
Este 25 de noviembre acabamos de celebrar el día contra la violencia de género, pero la realidad es tozuda y el tercer trimestre del 2020 las mujeres víctimas de esta violencia aumentaron casi un 25% sobre el trimestre anterior. |
Una vez pasado el 25N, conviene recapitular y echar un vistazo a las cifras disponibles sobre violencia de género. Las estadísticas oficiales nos dicen que, a día 9 de diciembre, 42 mujeres habían sido asesinadas a manos de sus parejas o ex-parejas. Esta cifra es casi un 25% inferior al mismo periodo del año pasado, aunque poco consuelo supone la estadística para las familias de las víctimas. Recordemos también que los datos oficiales dejan fuera a aquellas mujeres que no tenían una relación sentimental con su agresor.
Sin embargo, pese a la disminución interanual, el tercer trimestre de 2020 fue realmente negativo para la violencia de género. Las víctimas mortales cuadruplicaron a las del segundo trimestre (16 frente a 4), las denuncias se dispararon y las mujeres que en los juzgados adquirieron la condición de víctimas de violencia de género subieron un 25%. Los indicadores de la Comunidad de Madrid están en la media nacional y 14,1 mujeres de cada 10.000 están declaradas víctimas por un juzgado según el informe del CGPJ.
Aprovechamos para analizar también las cifras de mujeres asesinadas en 2020, pero desglosadas por nacionalidad de víctima y agresor. En contra de la idea comúnmente extendida de que los agresores son mayoritariamente extranjeros, los números nos dicen lo contrario. Los agresores de nacionalidad española son un 65,8% del total mientras que las víctimas sólo tienen nacionalidad española en un 57,9% de los casos. Es decir, que son más las veces que un hombre de nacionalidad española agrede a una mujer extranjera que a la inversa.
La violencia de género es un problema de toda la sociedad. El 25N funciona como toma de conciencia pero debe de tener continuidad en el día a día. Más allá de discursos partidistas necesitamos aceptar que el fenómeno va mucho más allá de la cuenta anual de asesinatos, que hasta no hace demasiado se camuflaban bajo el eufemismo de “crímenes pasionales”, y aprender a rechazar cual manifestación de violencia hacia la mujer.
Desigualdad digital de género
La brecha digital de género ha aumentado un 55% a nivel global entre 2013 y 2019 siendo mayor en los países menos desarrollados. En España se ha reducido notablemente la brecha digital pero se siguen observando aspectos que mantienen a la mujer en una posición desfavorable. |
Un informe de la World Wide Web foundation proporciona un panorama global del estado de la desigualdad digital de género y muestra las barreras a las que se enfrentan las mujeres para acceder y usar Internet. A nivel global, hay menos mujeres que hombres que utilizan Internet. Los hombres tienen un 21% más de probabilidades de estar en línea que las mujeres, cifra que se eleva al 52% en los países menos desarrollados del mundo. Esta brecha de género en el acceso a Internet sigue creciendo. Los datos de la ITU sugieren que a nivel global esta brecha ha aumentado un 55% entre 2013 y 2019. Esta situación amenaza con aumentar la desigualdad. La Comisión Europea ha fijado como objetivo cerrar esta brecha de género.
En España no se aprecian grandes desigualdades en el uso de Internet por sexo (INE). No obstante, dos estudios publicados en julio sobre la brecha digital señalan que las relaciones familiares, las opciones y logros educativos, la formación de una familia o los patrones de movilidad geográfica crean una posición desfavorable para las mujeres en competencias digitales y usos de Internet.
«Mujeres y digitalización: de las brechas digitales a los algoritmos«. Este estudio analiza:
- Las tres brechas digitales de género: Desigual acceso a infraestructuras y herramientas; competencias digitales y usos de Internet y espacios de participación sociopolítica digital.
- Digitalización en el mercado de trabajo.
- Sesgos de género
- Condicionantes socioculturales, institucionales y psicosociales.
«Las mujeres en la economía digital española: Trayectorias inspiradoras» recoge conversaciones con destacadas profesionales del ámbito digital, analizando las diferentes etapas de sus vidas y los puntos de inflexión en sus carreras.
La brecha salarial (II)
Detrás de la brecha salarial y de los famosos 51 días de media que las mujeres trabajan gratis, hay falsos mitos que normalizan la situación. |
Según datos de Eurostat, la brecha salarial, entendida como la diferencia en la remuneración percibida por hombres y mujeres, es de un 14,2% de media en España, ligeramente inferior al 16,2% de media de la Unión Europea. Traducido a días en el calendario, ese 14,2% supone un total de 51 días, que serían los que las mujeres trabajan gratis, según se ha anunciado en los medios en los últimos días.
Los datos son peores cuando se considera la brecha salarial total, que en España es del 37,5% de media. Este dato cuantifica los ingresos anuales totales de hombres y mujeres, e incorpora variables como la tasa de ocupación de ambos colectivos.
Desde CGT entendemos que hay problema estructural de fondo soportado por una serie de falsos mitos que justifican la brecha salarial como una consecuencia natural de ciertas decisiones de las mujeres:
Mito 1: Las mujeres trabajan más a tiempo parcial, es lógico que cobren menos. Falso. Trabajar a tiempo parcial supone menos salario total, no menos salario por hora.
Mito 2: Las mujeres ganan menos porque escogen trabajos peor remunerados. Falso. Dejando al lado el debate sobre hasta dónde es libre esa elección, la brecha salarial se repite en todos los rangos salariales.
Mito 3: Los hombres tienen más estudios, es lógico que tengan mejores trabajos. Falso. Las mujeres son mayoría en las universidades, pero esa mayoría en la educación superior no se ve reflejada en la incorporación al mercado laboral ni en los salarios.No se trata de victimismo. Hay un problema estructural de fondo que hay que visibilizar y que esperamos contribuya a solucionar la nueva regulación laboral.