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1º de Mayo contra las Desigualdades Sociales
Las organizaciones y colectivos de ámbito estatal COBAS, Confederación Intersindical, CGT, Estudiantes en Movimiento, Ecologistas en Acción, Coordinación Baladre, Coordinadora Estatal de Mareas Blancas, Fridays For Future, hemos acordado este Manifiesto para el 1º de Mayo de 2020, ante la imposibilidad de manifestarnos en las calles.
En primer lugar, nuestro recuerdo y respeto por todas las víctimas de la Pandemia y nuestra solidaridad con todxs lxs trabajadorxs que están interviniendo para erradicar la enfermedad.
Hace poco más de 100 años que los “Mártires de Chicago” salieron a la calle para reivindicar un derecho que hoy vemos como irrenunciable, limitar la jornada de trabajo a 8h diarias. Muchas personas fueron asesinadas por la represión del Estado, con el fin de parar una conciencia colectiva imparable.
La situación actual nos une en la dignidad de la Clase Trabajadora, queestá combatiendo en primera línea contra la Pandemia, haciendo la mayor demostración como única Clase capaz de salvarnos de esta crisis sanitaria y de la debacle de este sistema social.
Este 1º de Mayo,que abordamos en un momento dramático, siguen sobrando los motivos para movilizarnos y exigir a los estados y las patronales que, nuestra salud, nuestra vida y la del planeta valen mucho más que sus ganancias.
Hace poco, millones de personas en todo el mundo se movilizaban contra el Cambio Climático y, más recientemente, por la Igualdad de Género y contra las Violencias Machistas. Hoy, más que nunca, debemos continuar estas justas luchas.
Defender unos Servicios Públicos Universales y de Calidad, como garantes en términos de equidad de las necesidades y derechos de todas las personas, así como recuperar las empresas regaladas a manos privadas, deben ser algunos de nuestros principales compromisos. Hemos visto queuna Sanidad Públicacolonizada por la especulación y los mercados, ha hecho que mueran más y haya menos herramientas para curarnos. No queremos ni héroes ni heroínas, sino profesionales suficientes y bien tratados, laboral, económica y sanitariamente.
Nos reafirmamos en las propuestas que ya exigimos al Gobierno para hacer frente a la Pandemia, garantizando las medidas sanitarias en defensa de la vida y las medidas sociales que impidan los despidos, al tiempo que aseguren los medios que posibiliten a todas el confinamiento con garantías.
Exigimos una Sanidad y Educación públicas alejadas de los mercados especulativos, unasPensiones públicas dignas y suficientes para todas, elderecho a una Vivienda digna, a la Movilidad en Transportes públicos accesibles, laatención a laspersonas Dependientes y Diversas, alos Cuidados en su sentido más amplio, sin olvidarnos de las personas “excluidas” que están fuera del salario, del mercado, etc.
Continúa en:
http://rojoynegro.info/articulo/acci%C3%B3n-sindical/1%C2%BA-mayo-las-desigualdades-sociales
1 de mayo de 2020. Ahora más que nunca: Defendamos lo público contra las desigualdades
Artículo de opinión de Enric Tarrida, secretario de Comunicación del País Valenciano y Murcia
Estamos ante un 1 de mayo insólito, un 1º de mayo sin pisar las calles, sin poder salir de casa, sin poder manifestarnos. Este año no tendremos nuestra especial jornada de lucha y fraternidad como clase trabajadora. Pero no renunciamos a declarar nuestro empeño en una sociedad más humana, sin desigualdades, sin excluidas, una sociedad donde unos pocos no vivan (cómo viven) del trabajo de la mayoría.
Las duras situaciones que están padeciendo hoy miles de personas deben servir para reforzar nuestros valores de solidaridad, nuestro anhelo de justicia, nuestro convencimiento que el ser humano tiene en el apoyo mutuo su mejor herramienta para superar las graves situaciones que sufre como especie, y que hoy es básicamente el esfuerzo y sacrificio de las personas trabajadoras lo que nos puede salvar de la pandemia. Son auxiliares, enfermeras, médicos quienes en primera línea se juegan incluso sus vidas para salvar las ajenas. Son las personas trabajadoras de la limpieza, los agricultores, pescadores, personal de la alimentación, conductores, marinos, estibadores, periodistas… quienes, muchas veces con escaso medios y bajos salarios, se la juegan para permitir que esto funcione.
Son las trabajadoras y trabajadores, como siempre, los que dan la cara en los momentos difíciles, las que se dejan la piel, quienes no se esconden en sus villas, ni disfrutan de un confinamiento de lujo. Hoy es necesario pararlo todo, el mercado ya no es el dios supremo, los ricos se ocultan aunque los especuladores sigan haciendo su agosto. Por suerte hoy no confundimos precio con valor, y sabemos que no todo se puede medir con la vara de la economía mercantilista que rige nuestra sociedad.
Somos nosotras, quienes sufrimos por lo propio y por los demás, quienes debemos atender a las personas enfermas, compartir los padecimientos, las muertes, las pérdidas de seres queridos. Somos nosotras quienes también pagamos la situación con la pérdida del trabajo, quienes tenemos horizontes de incertidumbre sobre nuestras vidas y la de nuestros iguales.
Hoy muchas personas conviven entre miedos; miedo a la enfermedad, miedo al desempleo, miedo al futuro.
Se dice que la solidaridad es la ternura de los pueblos, hoy más que nunca podemos sentirlo, percibir este valor como imprescindible para salir enteros, de la debacle, como personas y como sociedad.
Desde la CGT, igual que otros colectivos, llevamos luchando, desde el más absoluto ostracismo, por lo público, por una enseñanza pública y de calidad para todas, por los transportes públicos, por un ferrocarril público y social, por el salvamento marítimo, por centros para personas mayores fuera del negocio… y como no, por una sanidad pública y de calidad, donde todas tengamos asegurada la asistencia que necesitemos, y cuyos profesionales trabajen en condiciones justas y dignas. Venimos denunciando que hay muchos servicios que no pueden estar gestionados de modo privado, que el afán de lucro no puede convivir con su propósito, que nadie debe hacer negocio de ello, de nuestra salud, de la educación de nuestros hijos, del cuidado de nuestros mayores… Que no lo debemos permitir, ni ahora ni nunca.
Del mismo modo desde la Confederación luchamos y exigimos sin descanso los derechos sociales que aseguren que nadie quede excluido de tener una vida digna; del derecho a la vivienda, a un trabajo digno, de una renta de las iguales.
Hoy estas afirmaciones no resultan tan ajenas al sentir de la población general. Los defensores de “vender” los servicios públicos al mejor postor, de dejarlos en manos del sacrosanto libre mercado, callan agazapados esperando mejor momento, confiando en la corta memoria del ser humano.
Cuando se evidencia que la existencia de una sanidad pública es la que está permitiendo que esto no se desmorone, las voces privatizadoras enmudecen, sabedoras que su alternativa es, en estos momentos, obscenamente insoportable, es decir que quien no tuviera como pagársela, se jodiera (ver ejemplo de EEUU), esta opción es inviable en nuestra sociedad. Tenemos claro que pocas nos podríamos permitir pagar una sanidad privada, que muchas quedaríamos abandonados a nuestra suerte, o en el mejor caso en manos de la beneficencia.
La sanidad pública ha dado el do de pecho, y a pesar de sus recursos menguados desde la crisis, de los recortes sufridos, de estar trabajando siempre al límite, sus trabajadoras y trabajadores hacen posible lo imposible. De todo esto se ha dado cuenta toda la sociedad, y así se manifiesta cada día, en actos simbólicos y en otros mucho más reales.
Pero no nos engañemos, nuestras “salvadoras” no son de hierro, enferman y se derrumban ante lo que están viendo y sufriendo, y no todas se podrán levantar. Ellas y nosotras necesitamos que no solo ahora, sino también mañana y pasado, nos acordemos de todo esto. Aprendamos la lección de lo que es importante de verdad, para vivir, para sobrevivir, y que debemos cuidarlo y mimarlo, porque en ello van vidas y nuestros futuros, los de nuestros hijos, familiares y amigos, los de todos. No tengamos duda de que otros malos tiempos vendrán, y solo lo servicios públicos sirviendo al interés común y general de todas nos pueden salvar, solo el apoyo mutuo, solidario y generoso nos permitirá salir airosas.
Hoy descubrimos que podemos vivir sin futbol, sin tour, sin olimpiadas, pero no sin nuestros profesionales sanitarios, sin la agricultura, sin la pesca, sin el transporte que nos hace llegar los productos de primera necesidad. Hoy la ley de la selva del modelo político que nos quieren imponer cotiza a la baja.
Mañana acordémonos de esto, por favor, es cuestión de supervivencia, no lo olvidemos. Porque “el bicho” no está muerto, solo agazapado, esperando su momento. Más allá de los aplausos, de las loas, hay que asumir sin complejos que solo con la lucha diaria en defensa organizada de nuestros servicios públicos, en la construcción común de una sociedad más justa y solidaria, tenemos futuro. Grabémoslo a fuego en nuestro ADN, para que cuando esto pase, no nos dejemos engañar de nuevo, con lo cantos de sirena de los tahúres.
Recordemos para estos momentos y para otros también muy importantes, no tener memoria, olvidarnos de nuestra historia, nos condena a repetirla.
Salud
Enric Tarrida
Secretario de Comunicación del País Valenciano y Murcia
Aprobado el Real Decreto-ley de Medidas Procesales y Organizativas para la recuperación de la actividad judicial tras el Covid-19
El Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto Ley de Medidas Procesales y Organizativas para hacer frente al Covid-19 en la Administración de Justicia.
La norma, que aborda las medidas organizativas, procesales y de seguridad laboral más urgentes para la paulatina vuelta a la actividad de los juzgados y tribunales tras el confinamiento, tiene como principal prioridad la salud de jueces, fiscales, letrados de la administración de justicia, abogados, procuradores y el resto de funcionarios y profesionales que desarrollan su labor en este ámbito. También trata de hacer frente al
previsible incremento de asuntos en los órganos judiciales tras el parón productivo provocado por las medidas excepcionales de contención de la pandemia.
Su contenido se articula en cinco bloques de medidas que puedes ven en:
http://elderecho.com/aprobado-real-decreto-ley-medidas-procesales-organizativas-la-recuperacion-la-actividad-judicial-tras-covid-19
En España se declararon 600.622 accidentes de trabajo en 2019
En España se declararon 600.622 accidentes de trabajo en 2019 correspondientes al colectivo de personas trabajadoras asalariadas.
Así consta en los datos del Informe de Estadística de accidentes de trabajo, correspondiente al avance de enero a diciembre de 2019, publicado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social y difundidos hoy con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
Del total de accidente, 517.404 de ellos se produjeron durante la jornada laboral, y el resto, 83.218, “in itinere” (es decir al ir o volver el trabajador desde su domicilio al centro de trabajo).
De los accidentes durante la jornada, 3.449 fueron graves y 475 mortales, lo que supone un descenso respecto del año anterior, un 12% menos, en el que se dieron 540 mortales.
La cifra global de fallecidos por accidentes de trabajo, incluidos asalariados y trabajadores por cuenta propia, tanto en jornada de trabajo como ‘in itinere’, se sitúa, durante 2019, en 695 personas, frente a las 717 personas que fallecieron en 2018.
Continúa en: http://sincro.com.es/blog/actualidad-laboral/en-espana-se-declararon-600-622-accidentes-de-trabajo-en-2019/
Plan de desescalada
La pandemia de COVID-19 representa una de las crisis más importantes de nuestra historia reciente, con un gran impacto desde el punto de vista sanitario, social y económico. Con el fin de frenar su expansión y de evitar el desbordamiento de los sistemas sanitarios los distintos países han ido adoptando un conjunto creciente de medidas centradas en reforzar la respuesta en el ámbito de la salud y reducir las tasas de contagio mediante la contención de la movilidad de las personas y la separación física en el ámbito social y económico.
En el caso de España, la expansión de la enfermedad obligó a la adopción de medidas por parte de las autoridades sanitarias y, posteriormente, llevó a la aprobación del Real Decreto, de 14 de marzo, por el que se estableció el estado de alarma, con importantes medidas restrictivas de la movilidad y la actividad económica, y que, por el momento, ha sido prorrogado en tres ocasiones, hasta el 9 de mayo de 2020.
Las medidas de contención adoptadas, tanto a nivel nacional como en el resto del mundo, se han mostrado efectivas en el control de la epidemia, pero están teniendo un impacto muy negativo sobre la actividad económica global y sobre grupos sociales vulnerables, con una incidencia especial en determinados sectores y países.
En línea con otros países, y con el fin de mitigar el impacto negativo de esta situación excepcional, en España se han ido adoptando sucesivos paquetes de medidas de apoyo social y económico, orientados a mantener el tejido productivo, impulsar la ciencia e investigación y proteger las rentas de trabajadores y familias durante este periodo de ralentización, generando así una base firme para la recuperación económica y garantizando que nadie se quede atrás.
Las posibles soluciones para hacer frente con efectividad a la enfermedad, como la vacuna, el tratamiento o la alta inmunización de la sociedad, no están disponibles en la actualidad, ni previsiblemente lo estarán en los próximos meses. No es posible esperar tanto tiempo para comenzar la recuperación social y económica y, por ello, es necesario abordar la transición hacia una nueva normalidad que incorpore las precauciones y medidas de protección necesarias para prevenir los contagios y minimizar el riesgo de un repunte de la enfermedad que pueda poner en riesgo la adecuada respuesta de los servicios sanitarios y, con ello, la salud y el bienestar del conjunto de la sociedad.
Continúa en: http://www.laboral-social.com/plan-desescalada.html
Covid-19: 12 recomendaciones del INSST sobre riesgos psicosociales y teletrabajo
Covid-19: Debido a que muchos trabajadores están ahora mismo teletrabajo por la situación generada por el Covid-19, el INSST ha lanzado la Guía «Riesgos psicosociales y trabajo a distancia por Covid-19».
La Guía parte del hecho de que no todas las empresas tienen la capacidad de que sus empleados realicen trabajo a distancia.
Es una situación nueva para la que no ha habido tiempo para elaborar un plan de emergencia y de continuidad de las actividades de la empresa.
Partiendo de esto, en SINCRO indican 12 recomendaciones que da la Guía a las empresas: http://sincro.com.es/blog/actualidad-laboral/covid-19-el-insst-guia-sobre-riesgos-psicosociales-y-teletrabajo/
Covid-19: «Detengamos la pandemia», lema del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo 2020
Covid-19: «Detengamos la pandemia: la seguridad y salud en el trabajo puede salvar vidas» es el lema del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo 2020, que se celebra mañana, 28 de abril.
Este año, en esta jornada internacional se debe dar prioridad a la sensibilización sobre la adopción de prácticas seguras en los lugares de trabajo y el importante papel que desempeña la seguridad y salud en el trabajo (SST), algo p prioritario más que nunca debido a la situación provocada por la pandemia del coronavirus.
El tripartismo, piedra angular de la labor de la EU-OSHA, y el modelo social europeo son fundamentales para gestionar con eficacia la SST y proteger a los trabajadores durante la crisis que nos ocupa y a largo plazo, incluidas la recuperación y la preparación para el futuro.
Si bien la pandemia mundial de COVID-19 y la crisis asociada afectan a toda la población, los trabajadores están en primera línea.
Por ello, «Stop the pandemic at work» (Detengamos la pandemia en el trabajo) es el lema del Día Internacional en Memoria de los Trabajadores 2020, que se celebra también el 28 de abril en apoyo a todos los trabajadores y en recuerdo de las personas fallecidas, discapacitadas, heridas o enfermas a causa del trabajo.
La EU-OSHA se ha dedicado a reunir y elaborar información pertinente para los lugares de trabajo desde el comienzo de la pandemia.
28 de abril Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo
Porque la salud debe estar siempre por encima del negocio

La crisis del Covid-19 está dejando al descubierto la falta de escrúpulos de la patronal de nuestro país. En muchos casos, la salud de las personas ha sido la última prioridad, ya que se ha tratado de mantener la producción contra toda lógica, sin dotar a los trabajadores y las trabajadoras de los medios necesarios para evitar los contagios.
La siniestralidad laboral, que no ha dejado de crecer durante los últimos años, con incrementos de hasta doble dígito en algunos de los sectores más precarios, tendrá en 2020 datos todavía más trágicos.
Los políticos tampoco han estado a la altura. Y es que donde hay muertos suele haber buitres. Lejos de trabajar para que el Covid-19 no incrementase sus terribles efectos sobre la población, hemos asistido a un debate diario tan repugnante como estúpido.
La externalización de servicios públicos y, en concreto, el aniquilamiento de la sanidad pública en beneficio de unos pocos intereses privados, ha acelerado el colapso de nuestro sistema sanitario. Ambulancias que llegaban demasiado tarde, hospitales sin los medios necesarios, donde el colapso ha dado lugar a un triage escandaloso para decidir qué vidas se salvaban y cuáles se daban por perdidas.
Las personas que trabajan en los hospitales han hecho y siguen haciendo todo cuanto han podido. Pero se han tenido que enfrentar a este terrible virus sin las más elementales protecciones de seguridad. La salud de estas personas no ha importado, ni tampoco las de sus familiares.
Cuando el pico de muertes diario no dejaba de aumentar, se recurrió a una paralización de trabajos no esenciales que terminó siendo un nuevo paso en falso, ya que un número exagerado de empresas consideraron su actividad como crítica y esencial. Ni la inspección de trabajo ni las consejerías de salud de las distintas comunidades autónomas hicieron nada por evitar la imposición del criterio empresarial.
Este 28 de abril debemos recordar el valor que tiene la salud laboral dentro del mundo del trabajo. Nuestras vidas valen más que los intereses de unos pocos. Si la siniestralidad laboral derivada de accidentes de trabajo ya era insostenible, la realidad vivida a raíz del Covid-19 demuestra que el problema no estaba en la falta de previsibilidad de los hechos: se trata de un problema mucho más profundo, de un problema moral que procede de la imperdonable deshumanización del mundo del dinero.
Si esta crisis nos está enseñando algo es que no podemos vivir el primer día después del confinamiento como si no nos hubiéramos enterado de nada. Porque exigir medidas preventivas es defendernos en el sentido más literal de la palabra. Defendernos a nosotros y nosotras y a nuestras familias.
Covid-19: se prorrogan la preferencia por el teletrabajo y el Plan «MECUIDA»
Covid-19: Se prorrogan la preferencia por el teletrabajo y las medidas incorporadas en el llamado Plan «MECUIDA» (derecho a la adaptación del horario y a la reducción de jornada especial).
Así consta en el artículo 15 del RD-Ley 15/2020, publicado en BOE el miércoles, 22 de abril.