Visibilizar a los enfermos psíquicos
El 25 % de la población mundial sufre algún tipo de trastorno mental pero sigue siendo una dolencia invisible
Esta incidencia ha incluso aumentado con la pandemia.
Los comportamientos diferentes se patologizan y estigmatizan.
Los trastornos mentales alteran los procesos del razonamiento, el comportamiento, la facultad de reconocer la realidad, las emociones o la relación con los demás, consideradas como anormales respecto al grupo social del cual proviene la persona. Son el resultado de la interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales (incluida la precariedad y presión laboral). Pueden ser ocasionales o crónicas. El DSM-5-TR describe sus categorías.
Un 25% de la población mundial tiene un trastorno mental. Los más comunes incluyen la depresión (300 Millones), el trastorno bipolar (60M), la demencia (50M), la esquizofrenia y otras psicosis (23M) y los trastornos del desarrollo, incluido el autismo. Más cifras.
El mentalismo (o cuerdismo) es la discriminación basada en la condición mental concreta o supuesta de una persona que aumentan el sufrimiento psíquico y el grado de discapacidad asociados a los trastornos mentales. Ya M. Foucault hablaba de cómo se creó el estigma en su obra Historia de la locura en la época clásica (I, II y III). Por la contra, la estigmatización de ciertos comportamientos y los intereses económicos ha llevado a una patologización injustificada de los e incluso a la invención de enfermedades mentales.
Un estudio sobre salud mental en España analiza este estigma en diferentes ámbitos:
- Educativo: Los primeros síntomas llevan al rechazo, bullying y abandono.
- Medios de comunicación: Caracteriza a la persona. Vinculación con la peligrosidad y la imprevisibilidad.
- Laboral: Baja participación en el mercado de trabajo. Menor para las mujeres. El certificado de discapacidad estigmatiza.
- Familias: El cuidado recae en la familia (en su mayoría mujeres). Actitud paternalista, sobreprotectora y compasiva. Los familiares sufren de autoestigma.
- Policial y judicial: Muchos procedimientos judiciales por delitos durante las crisis. Abuso en la contención policial. Incapacitaciones sin justificación real.
- Penitenciario: Gran proporción en los centros penitenciarios. No son un lugar adecuado para la reinserción y apoyo.
- Ejecutivo legislativo: Vinculación a la peligrosidad.
- Sanitario: Infantilizados. Poca preparación.
- Servicios sociales y de la salud mental: Actitud paternalista, sobreprotectora y compasiva. Estigmatización en el vecindario. Estigma entre los profesionales.
Además del tabú social, sufren violencia y son una importante causa de suicidios
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