Transversalidades: Clima-animalismo-salud
El cambio climático tiene muchos efectos directos sobre la salud humana y muchas dolencias y muertes están directamente relacionadas con la contaminación.
Una de las causas más importantes del cambio climático es la ganadería intensiva que junto con los efectos del consumo masivo de pescado hacen que tengamos que considerar la relevancia de las elecciones de alimentación en el clima y en nuestra propia salud.
La magnitud y frecuencia de los desastres naturales crean inestabilidad económica y migraciones masivas. Uno de los objetivos del COP26 trata de proteger los hábitats naturales mediante la recuperación de los ecosistemas.
El cambio climático influye en los determinantes sociales y medioambientales de la salud,a saber, un aire limpio, agua potable, alimentos suficientes y una vivienda segura. La OMS estima que “entre el 2030 y 2050 el cambio climático causará unas 250.000 defunciones adicionales cada año debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico.” Pero no solo serán muertes sino que los efectos de la contaminación en el organismo como molestias oculares, problemas respiratorios, impactos durante el embarazo y primeros años (proyecto INMA), accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón, cardiopatías, etc. afectarán en gran medida a nuestra calidad de vida. El mejor transporte, uso de la energía y aplicación de la tecnología pueden traducirse en mejoras de la salud, en particular a través de la reducción de la contaminación atmosférica.
Otro aspecto que afecta la salud son las elecciones en materia de alimentos.
La ganadería intensiva produce el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero (todo el sector del transporte produce el 13%). También es responsable del 65% del óxido nitroso que es 296 veces más dañino que el CO2.
La ganadería es responsable del 91% de la deforestación de la selva amazónica. El 96% de los cultivos de soja se destinan a piensos y son responsables del 16% de la deforestación mundial. La ganadería intensiva contamina el suelo, las capas freáticas y nuestros mares produciendo una enorme concentración de sustancias altamente contaminantes. Una granja lechera con unas 2.500 vacas produce más residuos que una ciudad de 411.000 personas.
Capturamos alrededor de 93 millones de toneladas de pescado al año. En los últimos 60 años hemos capturado el 90% de los peces de nuestros océanos. El 90% de las grandes especies marinas han desaparecido así como el 70% de las aves marinas.
La salud animal, humana y medioambiental no están separadas (One-health). El 60% de los patógenos humanos proceden de animales domésticos o salvajes. La resistencia a los antimicrobianos (antibióticos, antivirales, antifúngicos, etc.) es una seria amenaza para la salud y su uso veterinario, preventivo en la ganadería intensiva, está limitando su efecto.
Crear plantas y animales para reducir el cambio climático por medio de ingeniería genética es una opción, pero un consumo responsable parece una solución más viable.