¿Qué pasa con la vivienda?
El ritmo de crecimiento de los precios de alquiler y venta de viviendas el último año se debe a lo mismo que la burbuja del 2008.
El sector inmobiliario sigue siendo refugio para grandes cantidades de capital excedente con los que se especula incrementando los precios con los daños sociales asociados.
El ritmo de crecimiento de los precios de la vivienda se ha disparado en el último año. El Financial Times concluye que la pandemia está impulsando la subida de los precios de la vivienda a un ritmo sin precedentes.
La subida del precio de la vivienda tiene que ver con los arreglos político-financieros para desplazar temporalmente los efectos estructurales de la crisis y del capitalismo a partir de 2008; La subida de los precios de la vivienda y de los alquileres tiene como causa principal una situación de sobreacumulación de las economías capitalistas, que se traduce en un excedente de capital que se enfrenta a una situación de:
- Pérdida de rentabilidad de los mercados financieros.
- Amenaza de devaluación del capital (ese capital cada vez valdrá menos si no se hace algo, no puede estar parado)
Los bancos centrales, como respuesta, inundaron los mercados de liquidez: Tipos de interés en mínimos recurriendo a la expansión de forma permanente. Con la pandemia, estas políticas han crecido más allá de lo imaginable y aún lo harán más con los fondos de emergencia con la colaboración de la banca.
El resultado es que hay muchísimo capital que necesita acumularse. La vivienda, como activo financiero se convierte en un activo refugio para este capital que no encuentra mercado donde acumularse. Enormes masas de capital fluyen hacia nuestras ciudades en forma de inversiones especulativas en vivienda, que necesitan importantes ratios de rentabilidad, lo que se traduce en subidas abusivas de los alquileres o desahucios. Que suban los precios de la vivienda a estos ritmos, en economías en crisis, es un problema. También lo es la dificultad para hacer frente a los precios (sobre todo para la población de menores ingresos).España juega un papel muy importante en estos procesos, sobre todo a partir de 2008, porque cada vez la vivienda está más vinculada a los mercados globales de capital. En España, desde 2013 estos procesos han sido mucho más duros, debido al papel que tuvo la vivienda entre 1995-2008 y la posterior crisis. Esto ha hecho que el arreglo post-2008 haya sido más intenso, al igual que las subidas de los precios o la entrada de los fondos buitre. Las modas de los “minipisos” y el “coliving” y la alarma social contra la ocupación no solucionaran el problema mientras se sigan privatizando viviendas, desocupando y permitiendo la especulación.
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