Un problema con el que veces se encuentran los entrevistadores es que el candidato no sabe presentarse. No sabe explicar lo que puede aportar ni tampoco destacar sus puntos fuertes para hacer entender a su interlocutor por qué debe contratarle. Los primeros minutos de la entrevista son vitales para dar una buena impresión y seguir en el proceso de selección.
Preparar la entrevista de trabajo
Preparar una entrevista de trabajo tiene dos objetivos: el convencer al entrevistador, a través de tu comportamiento y respuestas, de que eres la persona idónea para ese puesto y averiguar si el trabajo que te están ofreciendo, llena tus aspiraciones personales y profesionales.
Si te han citado para entrevistarte significa que ya has pasado la etapa de preselección. Ahora, a través de las preguntas en la entrevista de trabajo, quieren conocerte en persona para evaluarte en otros aspectos.
Al preparar una entrevista de trabajo debes considerar que esta comienza desde el momento en que eres llamado para acudir a una cita y el éxito dependerá en gran parte del grado de preparación que tengas para la misma. La entrevista de trabajo puede ser individual o en grupo.
En una entrevista de trabajo la improvisación y las respuestas sin preparación son actitudes poco profesionales que son detectadas inmediatamente por los responsables de la selección y totalmente contrarias a lo que una empresa desearía contratar.
Para preparar la entrevista de trabajo, hay que estudiar a conciencia el puesto al que vamos a optar, la empresa para la que deseamos trabajar.
Debes conseguir toda la información que puedas acerca de la empresa, ve a sus oficinas, mira qué colores corporativos usan, busca información en su página web, busca comunicados que haya emitido la empresa te dará una idea del estilo de comunicación que proyectan, debes saber todo acerca de su filosofía, los productos o servicios que venden, cuanto más sepas de la empresa, mejor impresión causarás y más preparado te encontrarás para saber cómo responder varias de las preguntas que pueden realizar.
Debemos identificar qué tipo de virtudes o cualidades pueden ser más útiles para ese puesto de trabajo, y en función de todo esto, pensar en una lista de las competencias que posees y podrían resultar interesantes para la empresa. Ten siempre en cuenta que las competencias transversales que buscan la mayoría de empresas son: flexibilidad, compromiso, actitud, responsabilidad, honestidad, y capacidad de aprendizaje. Tampoco esta de más repasar generalidades técnicas sobre el puesto que pretendes desempeñar.
Partiendo del análisis de la empresa, debes preparar tu «elevator pitch» y las preguntas difíciles.
Elevator pitch
El ‘elevator pitch’ es una breve presentación de una propuesta de proyecto o negocio, que debe durar menos de 2 minutos. Su nombre procede del inglés, y hace referencia a un discurso o presentación, que debe convencer a alguien de su interés en menos de lo que dura un viaje en ascensor.
El ‘elevator pitch’ no debe ser improvisado. Al contar con un tiempo tan reducido, cuando más prepares lo que quieres decir de un modo resumido más probabilidades de éxito. Se debe redactar con antelación considerando que esta preparación te será muy útil para responder a distintas preguntas.
Presentar una idea de un modo que cause interés en menos de 2 minutos no es sencillo por lo que incluimos algunos consejos:
- Aprovecha cada segundo; evita los rodeos o exponer información que no sea imprescindible.
- Hablar de ti de un modo resumido, diciendo quién eres, cuáles son tus objetivos, y qué te hace apto para cumplirlos. Debes responder las siguientes preguntas:
- ¿Quién eres? (breve introducción)
- ¿Cuál es tu objetivo? ¿Tu objetivo profesional?
- ¿Cómo has demostrado en el pasado tu interés en esa área?
- ¿Por qué eres único? ¿Qué te diferencia de la competencia?
- Qué puedes aportar a la empresa basado en logros que hayas obtenido.
- Destaca qué es lo que hace especial a tu proyecto y a ti, estás vendiendo tu idea y te estás vendiendo tú, de modo que tienes que lograr despertar curiosidad para causar interés.
- Para lograr captar la atención, comienza mencionando algo que te diferencie y te haga especial, después de esto no te será difícil mantenerla y lograrás una presentación mucho más atractiva.
- Debes hacer alusión, entre las primeras cosas, a qué necesidades buscas satisfacer y qué es lo que puedes ofrecer a diferencia de otras personas.
- Habla de tu experiencia previa en relación al proyecto que ofreces, para no dar la impresión de inexperto.
- Transmite una imagen flexible, que no de una sensación de que solo vales para una cosa determinada. Aunque es bueno ser conciso, no cierres demasiadas puertas y muéstrate abierto.
- Muestra entusiasmo e interés por cualquier tipo de consejo o sugerencia.
- Guárdate un as en la manga y déjales con ganas de más dejando algo interesante para el final de tu discurso sin exponerlo completamente. De este modo es muy probable que acudan a ti para obtener más información, y ya habrás superado la fase más complicada.
Practica todos los detalles, incluso la entonación, pues un discurso demasiado estable puede hacer que se pierda la atención.
En el caso de que la tengas que trasmitir por vídeo, adapta todos los detalles del vídeo, tanto tu imagen como el fondo, al tipo de público al que vaya destinado.
Las preguntas difíciles
Las empresas utilizan varios tipos de preguntas para filtrar de una manera rápida y eficaz a los aspirantes que no se ajustan al perfil que buscan. Estas son las llamadas preguntas difíciles cuyas respuestas han de estar enfocadas a un determinado perfil pero sin ser estereotipadas.
Intenta no alargar demasiado tus respuestas; se concreto, conciso y sincero. Todos tenemos defectos, no intentes aparentar ser una persona perfecta, lo que más van a valorar de ti en la entrevista de trabajo es que hayas sabido identificarlos, reconocerlos y que intentes mejorarlos. Recuerda que el objetivo final de estas preguntas en una entrevista de trabajo es conocerte más a fondo, por lo que no olvides valorarte, ser honesto y mostrarte seguro.
1. ¿Por qué deberíamos seleccionarte a ti y no a otro candidato?
No te compares con otros candidatos ni antiguos compañeros de trabajo. Céntrate en tu experiencia, conocimientos, aptitudes y competencias personales, enfocándolos hacia el puesto que desempeñarías en la empresa. Algunas de las competencias transversales más valoradas son la adaptabilidad, el compromiso, la honestidad, capacidad de comunicar y el liderazgo.
2. ¿Cuáles son tus defectos y tus virtudes?
Son las que más desconcierto causan pues nos obligan a definir cuáles son los aspectos que más valoramos de nosotros mismos, en cuyo caso, solemos realizar una larga reflexión valorando si tal o cual virtud tiene cabida en el aspecto profesional, si únicamente debemos mencionar las relacionadas con aspectos laborales o también a las que nos definen y caracterizan en todos los ámbitos.
Es conveniente preparar estas respuestas para no quedarse en blanco o comenzar una eterna reflexión al responder preguntas sobre virtudes y defectos en la entrevista de trabajo.
Para contestar a la pregunta sobre los defectos, el estereotipo de respuesta suele ser “soy demasiado perfeccionista” o “me exijo demasiado en el trabajo”. Se han convertido en la respuesta típica y, por tanto, poco fiable. En general nos preocupa mucho decir alguno que pueda ocasionar que ya no cuenten con nosotros para el puesto o puede que ese día nos hayamos levantado pletóricos de autoestima y simplemente «no me viene ninguno a la cabeza».
No debes hacer referencia a posibles defectos relacionados directamente con las competencias básicas que necesitarías en ese puesto de trabajo, utiliza la lógica y piensa en que los defectos que expongas no vayan a dar equivocadamente la impresión de que puedan causar problemas con tus funciones en esa empresa.
Utiliza una respuesta creíble pero sin poner en duda tu capacidad profesional. Lo mejor es transformar un defecto en una oportunidad para mejorar profesionalmente. No se deben expresar los defectos como algo que hemos asumido y que ya no tenemos pensado mejorar; cuando lo expongas comenta inmediatamente lo que haces para mejorarlo, por ejemplo: «En proyecto complejos solía tener el problema de encontrarme con un aumento excesivo de las cargas de trabajo al finalizar, pero últimamente he mejorado este aspecto planificando de una forma más realista y con más antelación» o «Creo que debo mejorar en el aspecto de delegar funciones a los demás, es algo que he venido mejorando y poniendo en práctica últimamente». Recuerda que ser conscientes e intentar corregir nuestros puntos débiles puede convertirse en uno de nuestros puntos fuertes.
En el caso de las virtudes, normalmente se suele pedir que valoremos 3 virtudes refiriéndose a tus cualidades como candidato para desarrollar tus funciones en un puesto de trabajo.
Es tu oportunidad de demostrar que eres una persona decidida y positiva. Haz hincapié en tus competencias personales que te puedan ayudar a desarrollar tus funciones en ese puesto de trabajo.
3. ¿Dónde te ves dentro de 5 años?
El objetivo es saber si tienes metas o aspiraciones profesionales. La respuesta no debe ser algo fijado del tipo “espero en unos años ser el director del área de ventas”.
Debe ser algo más genérico y realista, explicando que esperas que esta oportunidad que te ofrecen te permita continuar con tu desarrollo profesional y personal.
4. ¿Si le pregunto a un antiguo compañero de trabajo, qué me diría sobre ti?
Piensa en tus antiguos compañeros y prepárate una respuesta para no dudar en el momento de contestar a la pregunta. Si nunca has trabajado, piensa en lo que diría algún compañero de clase, amigo o familiar.
saber qué responder a este tipo de preguntas nunca es fácil, por lo que es aconsejable que preguntes a alguien cercano una opinión sobre ti (obviamente que sea positiva) y que sea de utilidad para el puesto al que estás aspirando.
5. ¿Por qué quieres trabajar en nuestra empresa?
A partir de la investigación sobre la empresa debes preparar una respuesta incluyendo tus perspectivas profesionales a largo plazo. Es importante ser sincero, pero tampoco hay que recurrir a la respuesta “estoy desempleado y necesito trabajo”. Demuestra que conoces la empresa y que te puede aportar algo tanto a nivel profesional como personal.
6. ¿Tienes alguna pregunta?
Prepara siempre varias preguntas para hacer al finalizar la entrevista de trabajo. Algunas puede que se resuelvan en el transcurso de la entrevista, por eso debes tener un buen número de ellas. Preguntar sobre tus dudas indica que tienes interés por el puesto. Aquí tienes ejemplos de preguntas que puedes realizar:
- ¿Cuáles serían mis responsabilidades en este puesto? Demostrarás que estás dispuesto a afrontar el trabajo con responsabilidad y que ya te ves ocupando dicho puesto.
- ¿Necesitan alguna información o certificado adicional sobre mis cualificaciones? Es muy importante si, por ejemplo, hemos puesto en el currículum que tenemos un dominio espectacular de algún idioma, porque podemos demostrarlo fácilmente en el momento de la entrevista y ganar unos cuantos puntos. Adicionalmente les estás ofreciendo la posibilidad de posteriormente enviarles cualquier certificado que necesiten para avalar tu formación y/o experiencia.
- ¿Ofrece la empresa formación continuada? Es algo importante que preguntar en una entrevista de trabajo, sobre todo si es nuestro primer empleo o estamos optando a un contrato de prácticas, porque demuestra la intención de seguir ampliando nuestros conocimientos y no estancarnos.
- ¿Qué posibilidades de ascenso podría tener? Es una pregunta que cuadra muy bien con la anterior en nuestra entrevista de trabajo, pues mostramos ambición y compromiso de continuidad en la empresa.
- ¿Cuál es el siguiente paso en el proceso de selección? Esta pregunta es interesante para poder organizarte si es que el proceso consta de varias entrevistas de trabajo.
- ¿Cuándo finaliza el proceso de selección? Existen procesos muy largos, que pueden durar semanas, pero si te encuentras inmerso en un proceso de selección de unos cuantos días, debes interesarte por el resultado del mismo si los responsables de RRHH de la empresa tardan en darte feedback. Además, tu salud te agradecerá salir de esa incertidumbre.
- ¿Puedo entregarle una carta de recomendación? Obviamente, la respuesta será afirmativa y tú tendrás la oportunidad de destacar con una carta de recomendación que el entrevistador puede leer y releer cuando desee. Si has redactado una carta de presentación, también es éste el momento de entregársela.
Evitar los nervios
Para mostrarte lo más seguro posible y saber cómo quitar los nervios en una entrevista de trabajo, lo primero es conocer algunos de los síntomas más habituales:
- Hablar rápido o tartamudear. Para evitar este temor por las entrevistas de trabajo, podemos ensayar e intentar enfrentarnos siempre que podamos a la incómoda situación de hablar en público.
- Juguetear con un objeto. Esto muestra inseguridad . La única forma de evitarlo es ser consciente de ello y practicar posturas frente a un espejo con las posiciones que debemos tener.
- Sudores. El truco es intentar que no se perciban.
- Mirada perdida. Cuando nos ponemos nerviosos apartamos la mirada bajándola hacia el suelo, o subiéndola al techo. Debes hablar mirando a los ojos, con las pausas adecuadas y parpadeando a un ritmo sereno. Para conseguirlo grábate en vídeo, visualiza tus reacciones y practica frente al espejo.
Como hemos dicho, es ser consciente de esos síntomas y practicar antes para intentar disminuir su efecto. Si lo consigues sabrás cómo afrontar una entrevista de trabajo y cómo evitar los nervios en una entrevista de trabajo.
Una vez tenemos identificados los síntomas, debemos preparar una entrevista de trabajo y para ello, a continuación, detallaremos lo que tienes que tener en cuenta para comprender cómo actuar en una entrevista de trabajo:
- La preparación: Para una entrevista de trabajo debes vestirte con ropa con la que tú te sientas cómodo, que te sea confortable y resalte tus atributos. Mostrando una apariencia seria y responsable. Aquí puedes ver algunos consejos de cómo vestirte para el proceso de selección.
- La presentación: Presentarse con una sonrisa es un gran paso para entrar por la puerta grande. Concéntrate en los que te haga feliz y olvídate de tus problemas por un momento. Tienes que intentar presentarte confiado, pero si no te sientes así, esta tarea te va a ser casi imposible. El lenguaje no verbal en una entrevista de trabajo es esencial.
- La disposición: Mostrar al entrevistador entusiasmo por estar allí y ganas de querer ser parte de la organización, pero sin parecer desesperados. Siéntate en una posición erguida aunque cómoda, relaja las manos y los pies para evitar mostrar nervios y mantén un contacto visual. Si tienes nervios y te tiemblan las manos, para controlar los nervios en la entrevista de trabajo procura cruzar los dedos y posarlas sobre tus piernas. No lleves nunca las manos a los bolsillos, sino para tranquilizar los nervios coge un objeto o bolígrafo y muévelo de lugar de forma momentánea.
- Intenta que tu comportamiento durante la entrevista esté en un punto medio. No estés ni muy serio ni demasiado confiado. No grites ni alces la voz, pero tampoco hables susurrando. Si te ríes, ríete con naturalidad pero con moderación. Nunca lances una gran carcajada ni una sonrisa falsa.
- Controla la conversación, no digas cosas inapropiadas, ni hagas preguntas absurdas en las entrevistas de trabajo o muestres desesperación.
Existen muchos tipos de entrevista y debes saber cómo enfrentarte a ellas. Puedes utilizar estos mismos consejos de cómo controlar los nervios en una entrevista de trabajo tanto si es una entrevista en inglés, en alemán o una entrevista de trabajo telefónica.
Antes de ir a la entrevista
Debes tener en cuenta el lugar, hora y nombre con quién vas a tener la entrevista, si no te dicen el nombre del entrevistador, pregunta. A veces el lugar donde debes hacer una entrevista de trabajo, no es el mismo que la dirección física de la empresa, si puedes acércate al sitio uno o dos días antes para veríficar la dirección, el tiempo que empleas en llegar hasta allí y si tienes donde aparcar fácilmente. Lleva contigo esta información el día de la entrevista y llega unos 15 minutos antes, así evitarás llegar tarde y dar una mala imagen además de conseguir ponerte el doble de nervioso.
La forma de vestirse también influye en la toma de decisiones al hacer una entrevista de trabajo, ya que proyecta una primera imagen sin haber pronunciado palabra. Consejos para vestir.
Lleva una pequeña libreta donde tomar notas y un bolígrafo. Te ayudarán a no molestar al entrevistador en caso de que necesites escribir algo y también anotar tus conclusiones, preguntas, impresiones, etc, una vez hayas finalizado la entrevista.
Lleva siempre 2 o 3 ejemplares de tu Curriculum Vitae ya que a veces hay más entrevistadores y es mejor que ellos también dispongan de tu CV. También debes reservar una copia para ti, no sólo porque da mejor impresión hablar sobre seguro durante la fase de preguntas en la entrevista, sino que proyectas una imagen de ser una persona organizada.
Asegúrate siempre de tener tarjetas personales a mano y despedirte de una manera cordial y agradeciendo la atención prestada.
La entrevista
Estas son algunas cosas que has de considerar para transmitir al entrevistador la imagen que deseas.
Comunicación verbal:
- Al responder debes ser conciso e ir a lo esencial, no diluyas lo importante de tu respuesta. No hagas preguntas que no sean relevantes.
- Habla con voz clara y en un tono correcto. Responde y pregunta con seguridad y muéstrate positivo, pero nunca arrogante.
- Refuerza tu profesionalismo, y tu capacidad de comunicación hablando claramente y evitando utilizar el lenguaje informal que usas con tus amigos. Tampoco trates de impresionar con palabras rebuscadas; utiliza solamente lenguaje técnico dependiendo de la pregunta.
- Familiarízate con el lenguaje de comunicación de la empresa, visita sus locales, identifica sus colores corporativos, su cultura empresarial, lee cualquier comunicación que esa empresa haya emitido, te dará claves de como se comunican ante otros, eso es lo que esperarán de ti, por lo que ya tienes un punto ganado a la hora de proyectarte en la entrevista.
- Hay una serie de palabras que, utilizadas consecuentemente, tienen una fuerza especial, como «reto, experiencia, futuro, confianza, compromiso, objetivos, eficacia, proyecto, garantía y responsabilidad», úsalas hábilmente pero sin exagerar.
- Trata de utilizar verbos como los que utilizaste para tu CV durante tus exposiciones en la entrevista de trabajo.
- En la entrevista desean verificar los requisitos que solicitaron en la oferta de empleo, por lo que deberás tratar de comunicar el mismo tipo de información que utilizaste en tu carta de presentación y en tu CV.
- La persona más cualificada para un puesto de trabajo, es alguien que ya haya realizado ese trabajo, sin embargo muchas de las actividades o trabajos que hayas desarrollado durante tu formación se pueden equiparar con los que podríamos tener en el lugar de trabajo, por eso debemos aprovechar las respuestas para plantear situaciones que hayamos realizado, las cuales sirvan de ejemplo para comunicarle al entrevistador que tienes «experiencia» en esos campos.
- Durante la entrevista debes responder con seguridad, no te sientas que, por el hecho de no tener experiencia eres inferior, por lo que nunca utilices palabras que puedan infravalorar tu trabajo, como yo «sólo» he hecho…, «carezco de..» «lástima que…».
- A la pregunta de: ¿A qué salario estas aspirando? Puedes investigar con amigos, en internet o empresas especializadas, cuál es el rango utilizado para un puesto como el que estás interesado, así no pedirás demasiado, de manera que te descarten por estar por encima del presupuesto que la empresa tiene asignado para ese cargo, ni tampoco te quedarás muy por debajo del que te pretenden ofrecer.
- No mientas durante una entrevista de trabajo. Puedes transformar lo negativo en positivo, pero nunca mentir ni de ti, ni de tu trabajo. Si los entrevistadores intuyen o descubren que estás mintiendo quedarías descalificado del proceso de selección
Comunicación no verbal:
- Da una primera impresión positiva y profesional, dando un firme apretón de manos, o dos besos, dependiendo de lo que hace primero el entrevistador.
- Siéntate siempre derecho.
- No comas, bebas, fumes o masques chicle durante la entrevista.
- Aunque te encuentres nervioso, debes proyectar una imagen de seguridad y actitud positiva. Debes estar siempre pendiente del tono de tu voz, tu postura, y entusiasmo. Utiliza tus manos para reforzar puntos importantes, pero no gesticules en exceso con ellas.
- Mira casi siempre a los ojos de tu entrevistador.
- Cuando hables sonríe de manera natural, esto te hará sentir mas seguro, relajado y puedes generar simpatía al entrevistador.
- Durante la conversación y en los momentos que veas convenientes, enfatiza en tus cualidades y fortalezas de manera que refuercen la idea de que tú eres la persona indicada para el puesto.
- No hables demasiado durante la entrevista, ni interrumpas al entrevistador cuando este esté hablando.
- Escucha atentamente todas las preguntas que te hacen, de manera que puedas responder acertadamente a ellas. Si no entendiste alguna pregunta no temas pedirle al entrevistador que te la repita.
- Al terminar la entrevista da las gracias y despídete de cada entrevistador por su nombre.
Ahí cosas que NO debes decir en una entrevista de trabajo, ya que puedes transmitir una imagen tan negativa que puedes causar que no te contraten, a pesar de que les haya atraído tu perfil.
1. Intenta no hablar mal de nadie y menos de un trabajo anterior: Puedes transmitir al entrevistador la imagen de una persona poco agradecida, desleal y posiblemente problemática con tus superiores y/o compañeros. Procura ser precavido, y si te piden que expliques por qué has dejado un trabajo o te despidieron, puedes decir que la compañía no encajaba ya en tus planes, incompatibilidades trabajo/familia… existen muchas opciones mejores que hablar mal de nadie.
2. Críticas a otros compañeros: Un comentario negativo sobre un compañero de trabajo, no dice nada a favor de ti; es mejor que elogies sus tareas y te fijes en las cosas que haces bien. Demuestra que sabes reconocer un buen trabajo, y recuerda siempre que todo el mundo tiene algo que enseñarte, demuestra que estás dispuesto a hacer lo posible para imitar las cosas buenas de los demás, sin dejar de aprender algo nuevo ni un solo día.
3. Yo, Yo, Yo y Yo: Evita mostrarte egocéntrico, no te limites a decir por qué ese trabajo es genial para ti, todo lo que te gustaría conseguir con él, cuánto te has esforzado para conseguirlo. Recuerda decir por qué deben elegirte, qué puedes ofrecer a la empresa que otros no puedan, qué es lo que puede hacerte especial e irremplazable para ellos. También es importante que ofrezcas respuestas que no resulten excesivamente cortas, pero siempre dejando que el entrevistador lleve las riendas de la conversación.
4. Decir Mentiras: Cualquier prueba de competencias, o cualquier tipo de coincidencia como un ex compañero o alguien de tu empresa que haya hablado de tu formación de forma casual, pueden echar por tierra todos tus planes. No te preocupes por tus puntos débiles, pues todo el mundo los tiene. Si tienes miedo de decir la verdad y que no te contraten, preocúpate de enfocarte en tus competencias y aptitudes.
5. No conviertas las virtudes en defectos: Si te piden que hables de tus puntos débiles, está bien que no hables de los que tengan relación directa con el puesto de trabajo. Nunca menciones una virtud disfrazándola de defecto pues no resultará creíble.
6. Preguntar sobre la remuneración y/o las vacaciones que vas a tener: Intenta no preguntarlo pues parecerá que estás dando por hecho que van a contratarte, y de cualquier modo, no tiene cabida en un momento en el que el objetivo es conocerte un poco mejor. Por supuesto podrás preguntarlo posteriormente si te dicen que eres uno de los elegidos y te hablan más al detalle de las condiciones de trabajo, pero nunca antes.
7. No tengo ninguna pregunta: Puede que te haya quedado todo claro y que no quieras preguntar nada, pero aun así, dará la impresión de que tienes poco interés. No hace falta que sea una cuestión enrevesada, pero seguro que hay algún tipo de duda que te gustaría aclarar, y ese es el momento perfecto. Si te surge alguna pregunta durante la entrevista, puedes reservarla para el final, e incluso aunque el entrevistador no te diga si tienes algo que preguntar, sería un buen momento para que la formulases tú mismo.