Curriculum Vitae (CV)

El currículum es la relación de datos biográficos, académicos, laborales y personales que se aporta al optar a un trabajo. Es un documento, digital o físico, a partir del cual los responsables de los procesos de selección elegirán a los candidatos a un puesto.

Tiene como fin mostrar un resumen de nuestra carrera profesional y académica. Y debe hacerlo dibujando un perfil suficientemente atractivo y concreto en la mente de los responsables del proceso de contratación. Será la primera impresión que tendrán de nosotros y es muy importante cuidar su realización siguiendo los siguientes pasos:

Como hacer un curriculum

  1. Síntesis y claridad en el texto: El responsable del proceso de selección tendrá que revisar muchos currículums. Es importante evitar la información innecesaria, tamaños de letra incómodos, etc.
  2. De fácil lectura: Debe poder leerse rápido pero dejando una imagen definida de quiénes somos y de dónde venimos. Debe mostrar los puntos clave, sobre todo respecto al puesto al que se opta.
  3. Lenguaje sencillo y frases cortas: Contempla datos relativos a los nombres de las empresas para las que has trabajado, fechas y puestos. Y por supuesto todo lo relativo a los estudios. Trata de proporcionar respuestas a estas preguntas: qué, dónde y cuándo.
  4. Destacar lo relevante según la oferta: En algunas profesiones especialmente técnicas los CVs tienden a ser más complejos y amplios. En dicho caso puede ser conveniente destacar la información importante mediante el uso de negritas.
  5. Añade una carta de presentación: En ella también deberemos escribir de forma escueta, pero podemos poner en valor datos diferentes a lo expuesto en el currículum. Es decir, es un lugar ideal para hablar de nuestras actitudes.
  6. Estructurado en varias categorías: Para facilitar la lectura y la ubicación de datos de interés, el currículum debería estar dividido en varias categorías:  En la primera información personal, comenzando por nuestro nombre y apellidos, así como fotografía:
    1. Elegir una fotografía apropiada: Mostrarnos de forma positiva y profesional. Algunas personas prefieren no incluirla, pero recuerda que siempre es más sencillo recordar una cara que un nombre. No ponerla puede jugar en nuestra contra.
    2. Datos biográficos y de contacto: Por ejemplo: fecha de nacimiento, domicilio, teléfono de contacto, e-mail y página web si disponemos de ella. Esto puede aportar valor a la candidatura.
    3. Información académica: Para plasmar nuestros títulos académicos: como la educación secundaria o universitaria. También es recomendable añadir otro tipo de conocimientos, como los de idiomas, ofimática, etc.
    4. Información laboral: Podemos introducir desde prácticas profesionales o empleos, pero si tenemos muchas experiencias o varias de ellas son de una corta duración, deberíamos ser selectivos y poner las que más se aproximen a la naturaleza del trabajo al que optamos. Lo importante es describir cómo se ha ido desarrollando nuestra carrera profesional, lo cual plantea dos posibilidades a la hora de ordenar nuestras experiencias por orden de importancia o cronológico.
      • Evitar palabras muy utilizadas o añadir logros no académicos puede hacer que tu currículum destaque por encima del resto.
      • Algunas personas consideran que es importante situar en la parte alta de cada sección las experiencias formativas y profesionales más importantes de su carrera, pero debemos tener mucho cuidado si estás están muy alejadas en el tiempo, pues podría reflejar cierta decadencia o un estancamiento.
      • Normalmente es buena idea ordenarlo cronológicamente de forma inversa, situando las últimas experiencias al principio. Estas pueden ser complementadas (siempre de forma resumida) por las funciones desempeñadas y los cargos que se han tenido. Además, las últimas experiencias suelen ser más relevantes que las primeras, de modo que tendrán más visibilidad.
      • Romper el orden temporal puede producir confusión en el seleccionador
      • Información complementaria: Si hay grandes vacíos entre empleo y empleo, deberíamos poder aclarar qué hemos hecho durante estos periodos (Ej. formación, …)
  7. Completar con datos personales: Este apartado se puede incluir al final del currículum, con el fin de ayudar a completar el perfil hablando de nuestras capacidades personales, aunque la verdad es que esto se llena de tópicos que no son demostrables. Algunas personas dicen que entre sus hobbies se encuentra la práctica de deportes en equipo, que tiene ciertas inquietudes artísticas, etc. con el fin de mostrar cualidades de liderazgo y creatividad. Todas estas cosas están bien, aunque dependen mucho del lector y de cuántos currículums le lleguen contando la misma historia. En cualquier caso, busca experiencias y valores relacionados específicamente con el puesto al que optas.
  8. Logros no laborales ni académicos: Algunas empresas valoran logros que no son laborables ni académicos, pero que contribuyen a destacar habilidades intangibles del candidato. Se  utiliza este sistema de incorporar a los currículums talentos que se pueden demostrar (Ej. con la participación en un blog especializado). Otras experiencias menos tangibles, pero que mostrarían otras capacidades, podrían ser: haber presidido un club de deportes, haber sido experto en inversión en bolsa en la universidad, o incluso los logros en juegos online. No obstante, incluir estas habilidades en el currículum sigue generando disparidad de opiniones. Ante la duda, lo mejor es  averiguar qué es lo que se va a valorar mejor y, por otra, si incluir o no ciertas cualidades será útil para la organización a la que queremos incorporarnos. 
  9. Últimas consideraciones:
    • No hagas currículums iguales para repartir de forma indiscriminada. Márcate objetivos de empleo y crea varios modelos según los tipos de trabajo a los que quieras optar.
    • Evita las palabras más utilizadas como: Estratégico, creativo, efectivo, paciente, experto, organizacional, impulsado, innovador, analítico., etc. Es mejor utilizar palabras de acción: finalización, venta, reducción de costes, incremento, etc. pues las palabras que hablan de resultados suenan mucho mejor a un potencial empleador.
    • No mientas para lograr la entrevista.
    • A simple vista debe ser un documento que invite a la lectura, para luego poder convencer con el contenido.
    • Cuida el diseño y evita a toda costa las faltas de ortografía.
    • Los nuevos formatos de currículums son cada vez más relevantes; una forma de destacar es presentar algo diferente del resto.
    • No presentes fotocopias, pues muestran cierto desdén, sino originales.
    • Siempre que puedas, adjunta una carta de presentación dirigida a la empresa o persona encargada de la selección.
    • Seguir el llamado principio de “minimización de los datos” de la AEPD solo incluyendo en el CV el menor número de datos posible que les permita cumplir la finalidad que persiguen con ellos por lo que puede ser innecesario el DNI o domicilio completo. En cambio, datos como el teléfono o el email sí parecen tener sentido.